El PP ha abierto la puerta este viernes a "priorizar" el trabajo en beneficio de la comunidad por las multas que estipula el proyecto de Ley de prevención del consumo de alcohol en menores por trabajos en beneficio de la comunidad, a través de una enmienda. De este modo, "sólo ante la imposibilidad de sustituir la multa" —por inexistencia de programas o desinterés del menor— se efectivizará la sanción.

También podrán ser conmutadas las multas por programas educativos, pero siempre bajo la premisa de que sean los propios infractores quienes "soliciten" participar en ellos. De lo contrario, según el criterio de la diputada del PP Ángeles Díaz Pardo, estas aulas se convertirían en "jaulas de grillos".

Por su parte, en el debate sobre el dictamen del citado proyecto de ley en comisión parlamentaria —aprobado con los votos del PP—, los grupos de la oposición han mostrado su rechazo a una norma que "no incide en la prevención" y se centra "en el castigo económico" con sanciones "escalofriantes", que comienza en 600 euros.

Postura de la oposición

En primer término, la portavoz del BNG en el debate, Ana Luisa Bouza, ha hecho hincapié en que prohibir las bebidas de baja graduación alcohólica también a los mayores de 16 años no contribuye a prevenir el consumo a edades cada vez más tempranas. De hecho, ha considerado esta ley "una oportunidad perdida" en este ámbito.

A mayores, ha remarcado que es "desproporcionado" que los menores no puedan acudir a lugares donde se bebe alcohol "sin tutor" pero "pueden trabajar poniendo copas" a partir de los 16 años. De igual modo ha calificado la imposición de una multa de 600 euros a un joven de 17 años por beber una cerveza y ha reclamado que las bebidas de baja graduación —vino, cerveza y sidra— sean excluidos de la norma.

Si bien el representante socialista, Modesto Pose, ha diferido de esta tesis y se ha mostrado partidario del "consumo cero" en menores de 18 años, ha opinado que las sanciones no solucionarán el problema. "Cuando un joven bebe, hay un problema anterior", ha advertido, y ha pedido "actuar" en ese ámbito. Así las cosas, ha criticado que este proyecto de ley es "inútil" y ha justificado su oposición al "enfoque" del texto legislativo en que no "resolverá el problema".

"Ante un problema complejo, las respuestas sencillas suelen ser equivocadas", ha expuesto, convencido de que se solucionarían "muchos problemas" relacionados con el alcohol y con los comportamientos si se lograra "influir en los problemas de soledad y timidez de los jóvenes y contrarrestar las influencias dañinas por las que reciben mensajes equivocados.

Además, el parlamentario del PSdeG ha pronosticado que será "dificilísima de gestionar" y que "meterá a los ayuntamientos en muchos problemas", ya que se ideó para solucionar el problema del 'botellón', "mezclando los problemas de convivencia con los de consumo". En todo caso, cuando se demuestre que "no sirve para gran cosa", ha confiado en que el PP "no tenga la desfachatez" de culpar a los municipios, sobre todo, en época preelectoral.

Pagarán los que se benefician

"La ley es necesaria porque se hace eco de una problemática existente en la juventud, de consumo traducido en ingestas masivas con el único objetivo de estar bebido", ha replicado Díaz Pardo, quien ha rechazado que sea "meramente sancionadora" pero ha defendido las multas como "un elemento coercitivo en beneficio de la salud" de los infractores, similares a las que se perciben por no poner "el cinturón de seguridad". Pese a ello, ha subrayado que la intención es que "sólo paguen los que se benefician del consumo de menores".

A mayores, ha insistido en que es necesario eliminar mensajes que promuevan el consumo de bebidas alcohólicas, como los '2x1' y las barras libres. Tras alertar de que el consumo masivo "suele ir acompañado de otras sustancias", ha pedido a socialistas y nacionalistas "autocrítica" y admitir que las medidas existentes "no dieron resultado", sino que el primer contacto con el alcohol ha bajado de los 14 a los 12 años.