El proyecto de la 2º fase del soterramiento del ferrocarril en Logroño incorporará las sugerencias municipales para las calles Portillejo y su unión con el cuarto puente, la urbanización de Gonzalo de Berceo y el tramo de la calle Murrieta, en la zona del cuartel de la Guardia Civil.

Según ha afirmado el alcalde de Logroño, Tomás Santos, "queremos un proyecto ambicioso, por lo que tratamos de ir mejorando sus distintas fases". Así, ha recordado que, cuando ADIF presentó el proyecto básico, desde el Consistorio se plantearon "una serie de observaciones, y, hace unos días, nos contestaron con un informe favorable".

"El proyecto de la segunda fase del soterramiento incorporará las propuestas municipales, con lo que se cumplen nuestros objetivos", ha afirmado Santos, quien ha avanzado que el Ayuntamiento "va a dar su conformidad al proyecto", en la próxima Junta de Gobierno Local.

El siguiente paso será la remisión de este visto bueno a Madrid, para que allí lo aprueben y se pueda poner en marcha la redacción del proyecto constructivo", que, según ha calculado, estará aprobado "para mediados del año 2011".

El primer edil ha apuntado que "una vez que se produzca la aprobación, podrá llevarse adelante el resto de los pasos, como la licitación y podremos estar hablando del inicio de las obras de la segunda fase".

Por su parte, el director general de Infraestructuras Estratégicas del Ayuntamiento, Javier Martínez Laorden, ha detallado que el primero "de los tres puntos de preocupación que tenía el Consistorio en esta fase", que abarca desde el entorno del Cuartel de la Guardia Civil hasta más allá de la Ermita del Cristo, era la prolongación de la calle Portillejo.

En este sentido, ha explicado que "la calle Portillejo se interrumpía en la calle Fuenmayor, que sólo cuenta con una pasarela peatonal" sobre las actuales vías del tren. Esta situación "provoca serios problemas en el tráfico rodado", por el necesario desvío hacia la calle Carmen Medrano.

"Era necesario enlazar esta calle con la glorieta del cuarto puente, pero la orografía del terreno lo hacían difícil", ha dicho Laorden, quien ha incidido que, con todo, "el interés municipal era rebajar lo más posible la rasante ferroviaria", algo complicado por un paso inferior en la zona de la Ermita del Cristo.

Para solucionar este paso, precisamente, la sugerencia municipal planteaba su traslado "más hacia el oeste, y su ampliación hasta una anchura de 12 metros, con lo que se conseguía bajar la rasante ferroviaria en torno a un metro, para un mejor paso de la calle Portillejo".

En el caso del entorno del cuartel de la Guardia Civil, Laorden ha dicho que "el interés municipal era que la cubrición permitiera un paseo-parque de unos 40 metros de ancho, conectando con el parque de Siete Infantes de Lara".

En este caso, la aprobación por parte de ADIF estaba condicionada a un acuerdo con la Comandancia de la Benemérita, "algo que ya se ha hecho", acentuando la seguridad con un muro de 2,5 metros y una malla de 2,5 metros.

Por último, respecto a la urbanización de Gonzalo de Berceo, que ADIF considera un tema estrictamente municipal, Laorden ha señalado que "el interés municipal es que, a partir de la glorieta del olivo, se prolongue esta calle con la misma entidad que tiene, en el barrio de Valdegastea, la calle Fuenmayor, con unos 50 metros de anchura".

Santos ha apuntado que, hasta que no se tenga aprobado el proyecto constructivo, no se conocerá al completo el coste de esta fase del proyecto, aunque ha recordado que los 220 millones de euros previstos por la enajenación de terrenos del PERI Ferrocarril "va a cubrir la primera fase y seguramente, la segunda".