En tres años han tratado a 40 adolescentes de 12 a 18 años que han pasado una infancia difícil, algunos han tenido sus escarceos con las drogas y otros siguen un tratamiento psiquiátrico.

Sin embargo, no pueden ir a un centro de reeducación  porque no han cometido ningún delito, por lo que el centro intenta llenar el vacío de recursos que existe con estos chavales.

Una laguna que, según anunciaron desde la Conslleria de Bienestar Social, se va a suplir con la creación de centros específicos para este tipo de jóvenes a partir del año que viene en la Comunidad Valenciana.

En la actualidad, 15 chavales (11 de ellos son chicos) residen en el centro de Vinaròs, donde están un año de media. «Por la mañana vienen profesores a darles clase y también reciben una terapia individual y colectiva», explican desde el centro. El objetivo: darles una oportunidad y que vivan una juventud digna.

Otra de las medidas que Bienestar Social va a poner en marcha con respecto a los menores es extender la Escuela de Padres (terapia para padres que han sido maltratados por sus hijos) de la Colonia San Vicente Ferrer al resto de centros de reeducación. Estos cursos enseñan a los padres a poner normas y a sancionar a sus hijos cuando hacen algo mal.

¿Y las familias?

Desestructuradas: Unas 40.600 familias han pasado por los servicios de atención a la familia entre 2002 y 2005.

Casos comunes: Suelen ser parejas con hijos que se están separando, otras con niños en situación de riesgo y las que han adoptado niños que no acaban de acoplarse.

Terapia familiar: Se trabaja para que la familia se recomponga.