Las ambulancias no urgentes sufren retrasos de hora y media

Como cada semana, Raquel llegó ayer por la mañana al Royo Villanova a punto para su sesión de rehabilitación. Cuando terminó, a mediodía, salió esperando encontrarse la ambulancia que tenía que llevarla a casa.
Sin embargo, no llegó hasta hora y media después.

Como ella, decenas de pacientes que necesitan trasladarse en ambulancia hasta el hospital de forma periódica, sufrieron ayer retrasos debido a la escasez de personal que sufre desde principios de semana el transporte sanitario no urgente.

En la madrugada del martes, la empresa Ambulancia Azul dejó de hacerse cargo del transporte sanitario urgente, que pasó a manos de Ambuibérica SL, pero continuó prestando los servicios programados. Sin embargo, una veintena de sus trabajadores fueron contratados por la nueva empresa, lo que, unido al medio centenar de despidos que formalizó, dejó bajo mínimos la plantilla.

De los 45 turnos que habitualmente ofrece el servicio programado, ayer había disponibles 31, lo que contribuyó a las demoras en la recogida de pacientes.

Fue el caso de Mercedes, que  tuvo que arreglárselas por su cuenta para llegar hasta el hospital. «Al ver que la ambulancia se retrasaba, tuve que echar mano de un vehículo particular y luego tuve que esperar más de una hora a que me recogieran», se quejó. Un acuerdo entre trabajadores y la empresa de ambulancias alcnazado ayer a última hora de la noche podría normalizar esta caótica situación.

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