La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 10 años de prisión por un delito de homicidio a J.L.F.L., el hombre acusado de acabar con la vida de una mujer en Pantoja (Toledo) en junio de 2008, después de propinarle 13 puñaladas, y que fue juzgado en un juicio con jurado popular el pasado 15 de noviembre que le declaró culpable.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ha tenido en cuenta la concurrencia de la atenuante analógica de confesión del hecho a la hora de establecer la pena para el acusado.

De este modo, de acuerdo con el veredicto del jurado, el tribunal ha declarado probado que desde tiempo no determinado, pero alrededor de un año antes al momento de ocurrir los hechos, el acusado venía manteniendo con la víctima, casada y con un hijo menor, una relación esporádica "que consistía en mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.

Asimismo, queda demostrado, según la sentencia, que en días anteriores a junio del 2008 el acusado realizó diversas llamadas telefónicas a la fallecida con el fin de ofrecerle la posibilidad de trabajar en un bar de la localidad de Pantoja.

Para el tribunal, el 3 de junio de 2008, la fallecida se desplazó a Pantoja y se dirigió al local de alimentación que el acusado regentaba en la localidad y mantuvieron una conversación en la que, por razones ignoradas, se realizaron mutuos reproches.

En esta situación, según la sentencia, el acusado se dirigió al aseo existente en el establecimiento en donde tenía guardada una puntilla de 15 centímetros de hoja de las utilizadas para el descabello de caballos que cogió para, acto seguido y con la intención de acabar con la vida de la víctima, "clavársela hasta en 13 ocasiones". JUICIO

Durante el juicio con jurado popular que se celebró el pasado 15 de diciembre, J.L.F.L. se declaró culpable reconociendo que llevó a cabo los hechos con intención de quitarle la vida a la víctima y siendo consciente de sus actos.

Igualmente, reconoció que no padecía ninguna enfermedad mental cuando ocurrieron los hechos y que confesó ante la Guardia Civil cuando estaban registrando la tienda que regentaba en la localidad de Pantoja, hecho que corroboraron los guardias civiles que declararon en la vista.

Por todo ello, durante la lectura de las conclusiones, el Ministerio Fiscal modificó las mismas introduciendo el atenuante de confesión y rebajando la petición de cárcel de los 13 años iniciales a 11 por un delito de homicidio.

Lo mismo hizo el abogado de la defensa quien, ante la "contundencia" de las manifestaciones de su patrocinado y de las pruebas practicadas, se adhirió a las conclusiones del fiscal cambiando así las suyas en la que pedía la absolución del acusado al sufrir en el momento de los hechos un trastorno delirante que le privaba de su capacidad de pensar o decidir.