El juicio contra seis personas —tres hombres y tres mujeres— acusadas de participar en el asesinato y en el robo de un joyero en la localidad toledana de El Casar de Escalona en junio de 2007, ha quedado suspendido hasta el próximo 16 de diciembre ante la ausencia de dos testigos, uno de ellos protegido.

Así lo ha decidido el juez de la Audiencia Provincial de Toledo en la sesión vespertina del segundo día de la vista —que estaba previsto que concluyera este jueves—, ante la petición que han hecho esta mañana los abogados de los acusados, quienes han considerado necesarias la declaraciones de estos dos testigos.

Pese a ello, durante la tarde han podido testificar varios peritos. Concretamente, han prestado declaración aquellos que se encargaron de inspeccionar el vehículo del joyero una vez que apareció, tras el atraco, en la localidad madrileña de Arganda del Rey.

Los peritos han explicado cómo el vehículo apareció totalmente calcinado y han asegurado que fue un incendio provocado. Sin embargo, ninguno de ellos, ante las reiteradas preguntas de los abogados de las dos partes, ha podido determinar si se usó algún producto para quemar el coche.

De este modo, han señalado que la mayoría de los componentes de un vehículo, al ser de plástico, tienen una carga de combustible "grandísima" y hacen que un coche sea "fácilmente prendible". "No podemos precisar si se usó gasolina, pero sabemos que fue necesaria la acción humana", han aclarado.

Agujeros de bala

Por último, ha sido llamada a declarar una facultativo del Instituto Nacional de Criminología que fue la encargada de analizar varios colgajos de ropa del fallecido en los que ha asegurado que había una serie de agujeros con restos de metales que eran compatibles con el disparo de un arma de fuego.

Así las cosas, el juicio se ha suspendido hasta el jueves 16 de diciembre, a las 10.00 horas, cuando se reiniciará con las dos pruebas testificales pendientes y la lectura de las conclusiones por parte de los abogados.