SPOILERS de ‘JUEGO DE TRONOS’ hasta T7E02
Ya sabemos que, desde el principio de la serie, Juego de tronos ha tenido un problema con los lobos huargo de los Stark. Básicamente, el mayor inconveniente es que son muy caros de hacer. El CGI cuesta dinero y, según las cuentas presupuestarias de los mandamases de HBO, si hay que elegir entre destinar billetes a meter lobos gigantes aquí y allá cada vez que salen sus dueños o a hacer planos de los dragones de Danerys, la decisión está muy clara.
El resultado ha sido que los lobos de los Stark tienen un papel mucho menos importante en la serie que en los libros de George R. R. Martin, donde su presencia siempre es destacada. Para quienes conocen Juego de tronos solamente a través de HBO, los animales no pasan de mera anécdota, ya que la mayor parte del tiempo ni se sabe dónde andan los que han sobrevivido.
Por eso, el reencuentro de Arya con Nymeria fue tan celebrado y uno de los momentos cumbre del segundo episodio de la séptima temporada. Además de mostrarnos de manera palpable la evolución del personaje interpretado por Maisie Williams, fue un bonito (y triste) momento de reunión animal-humano de esos a los que Juego de tronos no nos tiene demasiado acostumbrados.
Pero eso no quita que sigamos echando de menos otro reencuentro peludo que se nos ha ocultado: el de Jon Nieve resucitado con su fiel lobo albino, Fantasma. Como recordarás, el comienzo de la sexta temporada fue la última vez que vimos a Fantasma en pantalla. Concretamente, en el tercer capítulo, tumbado junto al cadáver de su dueño momentos antes de que fuera resucitado. Una vez que Jon volvió de entre los muertos, no hemos vuelto a saber nada de Fantasma.
Ni en la Batalla de los Bastardos, ni en las reuniones de Jon con los señores del Norte, ni cuando debate con Sansa... Nada. Ni rastro de Fantasma. ¿Por qué?
Cómo decíamos arriba, la ausencia del lobo albino se debe concretamente a motivos presupuestarios. Aunque no significa que los guionistas no tuvieran en cuenta su existencia. Según ha escrito en Twitter el productor y guionista de la serie Bryan Cogman, el reencuentro entre Jon y Fantasma estaba planeado e incluso llegó a rodarse, pero no fue incluido en el montaje final (ni, imaginamos, se acabó el trabajo de efectos digitales sobre el metraje grabado).
¿Podemos soñar con que la buena recepción de la reaparición de Nymeria facilitará la inclusión de algún otro lobo huargo en los episodios que quedan hasta el final de la serie? Si no, al menos siempre nos quedará la vida real, donde Sophie Turner adoptó a Dama, la loba de Sansa, después de que fuera ejecutada en la ficción.
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