Al contrario de lo que ha ocurrido en otras comunidades, aquí la mayoría están contentos con su apuesta. «Hay muchos que vienen porque  la gente que no puede fumar en el trabajo, cuando hace frío, se meten en un bar y provoca que el aire esté muy cargado».

Una de sus quejas ante la nueva ley es la responsabilidad que les ha otorgado el Gobierno. «Han puesto en mis manos la salud de mis empleados y eso no es justo», cuenta Fernando Eguilleor, propietario de tres bares sin humo en el Casco Viejo.

Prohibición total

Sanidad está pensando prohibir también el tabaco en los bares pequeños, algo que a la mayoría de los bares sin humo de Bilbao les parece bien. «Es a lo que vamos a llegar. Esta ley es sólo el primer paso», coinciden.

Locales sin humo

F. Eguilleor Bar Berton

¿Por qué decidió prohibir fumar en sus locales?

Sobre todo por salvaguardar los derechos de los trabajadores y de los niños. De los camareros nadie se ha acordado, ni siquiera los sindicatos. En cuanto a los niños, creo que se encuentran completamente desprotegidos ante los daños del tabaco.

¿Cómo van los negocios tras un mes de ley?

Notamos un poco de bajón al principio, pero ya nos hemos recuperado. Hay mucha gente que agradece tomarse algo en un espacio sin humo.

¿Qué hará si bajan mucho las ventas?

Seguiré igual, hay que ser consecuente con lo que uno hace. Además, si baja mucho el negocio, buscaremos otras alternativas para seguir atrayendo a la clientela.

Bio Fernando cumplirá 66 años en abril. Abrió el Berton hace cinco y tiene además el Sasibil y el Bukoi.

Jose Pereda bar El huevo frito

«Teniendo pinchos en la barra, es mejor así»

¿Han notado un bajón ?

La verdad es que no. Seguimos un buen ritmo y no hemos tenido problemas.

¿Por qué decidió optar por un bar sin humo?

Porque creo que el bar reúne todas las condiciones. Es pequeño y además tenemos los pinchos encima de la barra, por lo que es más higiénico si no hay humo.

¿Ha cambiado ahora su clientela?

No ha cambiado aunque si que hay algunos clientes de siempre que se quejan un poco. Por el contrario, nos hemos encontrado con mucha clientela nueva que viene atraída precisamente por no haber humo en el bar.

¿Qué le parece la ley?

Creo que es buena, aunque lo que no me parece bien es que los camareros que no fuman tengan que aguantar el humo de los demás.

Bio Jose tiene 39 años. Se hizo cargo del bar en 1997 y decidió mantener la fama de sus pinchos.