Coronel Tapiocca, entre cuyos acreedores está CCM, comienza este lunes a negociar un ERE para un tercio de su plantilla

Coronel Tapiocca, entre cuyos acreedores está Caja Castilla La Mancha (CCM) --ahora Banco CCM--, iniciará este lunes con los sindicatos la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea la extinción de 92 puestos de trabajo, lo que representa casi un tercio de su plantilla (292 trabajadores), informaron a Europa Press en fuentes sindicales.

Coronel Tapiocca, entre cuyos acreedores está Caja Castilla La Mancha (CCM) —ahora Banco CCM—, iniciará este lunes con los sindicatos la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea la extinción de 92 puestos de trabajo, lo que representa casi un tercio de su plantilla (292 trabajadores), informaron a Europa Press en fuentes sindicales.

La cadena de tiendas de moda y complementos, propiedad del fondo Gala Capital, fue declarada en concurso de acreedores a finales del pasado septiembre después de fracasar las negociaciones con las entidades financieras y los proveedores para la refinanciación de una deuda de 54,2 millones de euros.

La negociación de las condiciones del ERE se iniciará después de que el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid haya admitido a trámite la solicitud de extinción de contratos y una vez constituida la mesa de negociación el pasado miércoles.

El objetivo de la compañía es reducir su red de puntos de venta hasta 46 tiendas y once 'corners' en El Corte Inglés, según las mismas fuentes.

Los sindicatos reivindicarán una "salida digna" para los trabajadores que sean despedidos, con una indemnización superior a la mínima recogida en la legislación actual (20 días por año trabajado) y garantías de estabilidad para los empleados que se queden, mediante un plan de viabilidad que permita que la marca "quede limpia".

Desde 2008 Coronel Tapiocca ha acometido una reestructuración de su red comercial, con el cierre de 33 tiendas y la aplicación de un ERE para el 14 por ciento del personal.

Los costes de la reestructuración, las pérdidas por liquidación de 'stock' de años anteriores y el impacto de la crisis en el sector propiciaron que la compañía cerrase su último ejercicio fiscal, entre febrero de 2009 y enero de 2010, con unas pérdidas de 13,5 millones de euros y un descenso de la facturación cercano al 25%, hasta 27,4 millones de euros.

Entre sus acreedores figuran, además de CCM el banco EBN y las entidades Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Bancaja y Caja de Cantabria.

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