La Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo ha invertido 3.557.065 euros en el acondicionamiento de la carretera CA-421, que recorre Rubayo, Setién y Puente Agüero.

Mazón ha presentado este jueves, junto al alcalde de Marina de Cudeyo, Severiano Ballesteros, el proyecto de la vía, cuyos 4.500 metros de longitud transcurren entre el cruce con la CA-141 y el paso a nivel de la línea de Feve.

El consejero ha destacado que esta obra responde a una "demanda de los vecinos" desde hace "mucho tiempo". Se trata de un "proyecto ambicioso", con una "inversión elevada y un gran coste por kilómetro si se compara con el conjunto de la Comunidad Autónoma".

En este sentido, Mazón ha insistido en que desde la Consejería no han "querido escatimar" en este proyecto, que posee un "plus de calidad", por lo que, a su juicio, ha "merecido la pena la inversión". Por otro lado, ha subrayado que actuaciones como esta solventan la "necesidad" de paseos peatonales y carriles bici que existen en Cantabria, ya que garantizan la "seguridad de vehículos y peatones".

Por su parte, Ballesteros ha agradecido a la Consejería los trabajos, que responden a la "inquietud" de los habitantes de la zona.

Descripción del proyecto

En concreto, los trabajos consistirán en el ensanchamiento, hasta los seis metros, de la calzada. En las zonas urbanas se ejecutarán aceras a ambos lados de la vía para solucionar la situación actual, que presenta tramos de acera aislados y sin conexión entre sí. Además, en el margen izquierdo de las zonas rurales se construirá un paseo peatonal.

Tanto en la zona de las aceras como en la del paseo peatonal se instalarán columnas de iluminación que sustituirán a los actuales postes de hormigón.

El proyecto incorporará también la homogeneización de algunos tramos de carretera que transcurren por la zona. En concreto, se dará uniformidad a la recta Solares-Rubayo (CA-420) hasta su conexión con la carretera 141, entre El Astillero y Santoña, ya que actualmente existen roderas y agrietamientos superficiales en gran parte de la calzada.

Asimismo, en la intersección entre ambas vías se construirá una glorieta. Al norte de la misma y para dotar de seguridad al entorno, se diseñará un vial de cinco metros, paralelo al cierre del colegio de Rubayo, que dará acceso a las plazas de aparcamiento y las separará de la propia rotonda.

Por último, el proyecto engloba la mejora del drenaje, de la señalización horizontal y vertical, y la reposición de los cierres de las fincas que se vean afectados por las obras.

Con estas actuaciones, la longitud del acondicionamiento aumentará en 4.500 metros.