La economía sumergida en España ha aumentado un 0,7 por ciento en 2009 debido a una influencia "notable" de la crisis económica, según ha informado el secretario general de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, quien ha achacado este aumento a que, en época de crisis, lo primero que dejan de pagar las empresas cuando no pueden hacer frente a todas sus obligaciones son los impuestos, porque la evasión les origina "menos dificultades", que el impago a trabajadores, entidades financieras o proveedores.

Mollinedo ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa ofrecida con motivo del X Congreso Nacional que Gestha ha celebrado en Murcia bajo el título 'Contra el fraude fiscal', y que ha reunido a unos 300 asistentes, entre autónomos, profesionales que se dedican a la asesoría y magistrados que están resolviendo sobre las liquidaciones que practica la Agencia Tributaria, en representación de unos 6.000 técnicos y profesionales del sector.

En la actualidad, Mollinedo destacó que la economía sumergida en España asciende a 245.000 millones de euros anuales, lo que supone el 23,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), es decir, diez puntos porcentuales por encima de los vecinos europeos que se mueven en unas tasas de evasión fiscal en torno al 13 por ciento, con unas cifras de recaudación por IVA más rentables.

Con un plan eficaz de lucha contra el fraude y la creación de un Cuerpo Superior, Mollinedo estima que se podría aumentar el rendimiento del IVA y reducir la economía sumergida española hasta niveles de la media europea, lo que permitiría recaudar anualmente unos 38.500 millones de euros adicionales que servirían para aliviar el déficit público y el fuerte endeudamiento de la economía española.

Mollinedo explicó que esos 38.500 millones de euros "es el exceso de impuestos que pagan los españoles para mantener los servicios públicos que actualmente están configurados". Para contrarrestar esta cantidad, cada español debe abonar unos 800 euros de media que, de no ser evadidos, servirían para mejorar los servicios públicos o pagar menos.

El secretario general de Gestha explicó que la construcción, pese a la caída de la actividad inmobiliaria, sigue siendo el sector que acumula "la mayor parte de la tarta del fraude fiscal, lo que es fácil de entender porque mucha gente que ha tenido que comprar vivienda o algún familiar suyo sabe que ha tenido que escriturar habitualmente un precio inferior al realmente pagado".

No obstante, destacó que la parte importante del fraude "se sitúa en la evasión sistemática de las grandes corporaciones empresariales de España, las grandes fortunas y las posibilidades que les permite la Ley para que paguen sus impuestos a través de sociedades, opciones fiscales o, incluso, prácticas fraudulentas como la utilización de paraísos fiscales".

Para atajar todo eso, Gestha plantea copiar las cuatro políticas que aplican los países del entorno, como elaborar una estimación oficial de economía sumergida que España no tiene pese a todos los años transcurridos yy que el Parlamento fije los objetivos reales de reducción de esa economía sumergida".

Asimismo, apuestan por dejar las manos libres a los trabajadores de las administraciones tributarias de las distintas administraciones públicas para luchar contra el fraude y, finalmente, compartir las bases de datos entre todas las administraciones públicas y no mantener una situación estanca como en la actualidad.

Recaudación por iva

En el transcurso del Congreso, Gestha ha presentado su informe sobre 'El impacto de la crisis en la recaudación por IVA por colectivos', que refleja que las pymes que desarrollan su actividad en España aportan actualmente a las arcas públicas un 20,8 por ciento menos de recaudación por IVA que hace cinco años, mientras que las grandes empresas aumentaron su participación en el total recaudado por este concepto en un 7,5 por ciento.

El estudio, que analiza la evolución de la recaudación por IVA entre 2005 y 2009 en pymes, grandes empresas y profesionales, evidencia cómo la crisis viene golpeando en estos últimos años con "especial virulencia" a las cuentas de resultados de las pequeñas empresas que pasaron de contribuir con 11.529 millones de euros al erario público en 2005 a 9.403 millones en 2009.

Según Gestha, la recaudación por IVA aportada por las pymes registró un descenso de casi el 20 por ciento en estos cinco últimos años, mientras que las contribuciones realizadas por las grandes empresas aumentaron en un 13,6 por ciento, hasta los 36.294 millones, a pesar de que sus ventas sujetas a este impuesto sólo crecieron en un 4,9 por ciento en este periodo. La recaudación total por IVA aportada por el conjunto de estos colectivos subió en un 5,2 por ciento en este quinquenio, hasta los 50.208 millones.

Mollinedo explicó que, "en un contexto de recaudación claramente a la baja debido, en gran medida a la crisis, la contribución que han dejado de aportar las pymes españolas debido a la coyuntura económica, la han asumido las grandes empresas, haciéndose así con una mayor parte de la tarta recaudatoria".

Paralelamente, la crisis económica motivó que el número total de declarantes entre las pymes bajara en cerca de un 14 por ciento desde 2005, situándose en 1.083.875, mientras que en el caso de las grandes aumentó en un 30 por ciento, hasta superar las 36.000 en 2009. La cifra de contribuyentes entre empresas personales y profesionales creció un 7,5 por ciento, rozando los 2,1 millones de declarantes.

Gestha atribuye este espectacular aumento de las "grandes empresas contribuyentes" no tanto al incremento real de declarantes como al cambio de criterio tributario que identifica como gran empresa a aquellas sociedades con un nivel de facturación a partir de seis millones de euros, por debajo de los países de nuestro entorno.

En este sentido, el informe evidencia que el ritmo de recaudación ha crecido a menor velocidad que el número de contribuyentes, lo que lleva a que todos los contribuyentes aporten a la Hacienda Pública menos ingresos de media que en el ejercicio 2005, aunque con divergencias entre los distintos colectivos.

Así, el mejor comportamiento se localiza en las empresas personales y profesionales que aportan un 1,7 por ciento menos de media, mientras que cada pyme contribuye con una recaudación media un 5,9 por ciento menor y cada gran empresa con un 12,2 por ciento menos.

El informe llama también la atención sobre el aumento, en plena crisis, del 8,7 por ciento de la recaudación media por pyme, al pasar de 7.576 euros en 2008 a 8.676 euros a 2009, lo cual denota que si bien son muchas las pymes que "se han quedado por el camino", las que sobreviven están saliendo reforzadas consiguiendo aumentar "a duras penas" su actividad.

Por el contrario, entre las grandes empresas la recaudación media cae en poco más de 18.000 euros debido a un descenso recaudatorio mayor que la reducción de declarantes.

Los Técnicos de Hacienda estiman que las causas del desplome de la recaudación por IVA no deben atribuirse exclusivamente a la recesión económica, sino más bien a la evasión fiscal, que se acentúa en época de crisis, y a la una lucha contra el fraude no del todo eficaz, lo que impide sacar a impuestos como el IVA todo su rendimiento.

Según Gestha, prueba de ello es la evolución de la recaudación de este impuesto entre los años 2005 y 2007. En este periodo de expansión económica -con un crecimiento del PIB del 15,9% en términos corrientes- resulta "desconcertante" que la contribución media por cada gran empresa y cada pyme descendiese un 2,4 y un 5,6 por ciento, respectivamente.