El arte nace, el arte muta, el arte desaparece... La Casa Encendida de Obra Social Caja Madrid estrena el mes de noviembre con on&on, una exposición que se aventura en el interesante y un tanto desconocido terreno del arte efímero. Sus practicantes defienden la creencia de que la antigua aspiración del artista por lograr que su obra sea perenne y permanezca intacta por los siglos de los siglos está demodé. Ellos apuestan por lo pasajero, por construir y destruir, por dejar que la propia obra se transforme en otra cosa e, incluso, desaparezca, por realizar intervenciones que según el espacio, los elementos o las condiciones no se repiten dos veces de la misma manera.

Dentro del nutrido grupo de artistas que invadirán La Casa Encendida con sus piezas perecederas encontramos los más diversos estilos y formas de actuación. Los hay que, como Martin Creed (Premio Turner en 2001), confieren el trabajo a sus propios espectadores. En su obra, Work No. 227: The lights going off and on, las luces se encienden y se apagan a intervalos de cinco segundos en una sala vacía.

Otros como Andy Goldworthy, padre del land art, nos ofrecen bellas imágenes en vídeo de cuerpos tumbados sobre el pavimento bajo la lluvia. Una vez que ese cuerpo vuelve a ponerse en pie, la silueta dibujada empieza a desaparecer. Como ocurre con la obra de Goldsworthy, muchas veces el vídeo es la única forma de conservar un testimonio de estas piezas.

También los hay que como Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger transforman los espacios expositivos en oficinas colonizadas por flores químicas; el francés Céleste Boursier-Mougenot se inspira en el trabajo de John Cage para dar vida a una instalación en la que los pájaros producen diferentes sonidos al posarse sobre bajos y guitarras eléctricas; y Claire Morgan, Kitty Kraus, Anya Gallacio y Michael Blazy utilizan elementos perecederos como plumas, flores, frutas y velas o hielo que se derriten con el paso de los días.

on&on. La Casa Encendida (Madrid) / Hasta el 16 de enero / www.lacasaencendida.es