El TS reabre el caso del hombre que quedó en coma tras someterse a una rinoplastia

  • Antonio Meño lleva en coma desde hace 21 años.
  • La clínica donde se le practicó la operación resultó absuelta.
  • El Supremo ha decidido que se celebre un nuevo juicio.
  • La familia, acampada ante el ministerio de Justicia, muestra su alegría.
Antonio Meño lleva más de un año en una tienda de campaña junto a su familia.
Antonio Meño lleva más de un año en una tienda de campaña junto a su familia.
EP
Antonio Meño lleva más de un año en una tienda de campaña junto a su familia.

El Tribunal Supremo (TS) ha ordenado que se celebre un nuevo juicio sobre el caso de Antonio Meño, el hombre que entró en coma hace 21 años tras someterse a una operación de cirugía estética -una rinoplastia- en una clínica de Madrid que resultó absuelta. Meño y sus padres llevan más de un año y medio acampados ante el Ministerio de Justicia para reclamar la reapertura del caso.

Así lo ha acordado la Sala de lo Civil del TS en una sentencia, notificada este miércoles, en la que admite la demanda de revisión presentada por la familia de Meño y anula la sentencia que condenó a la familia de Antonio Meño a pagar 400.000 euros en costas tras considerar acreditada "la  maquinación fraudulenta aducida"

La resolución ha considerado que el interés de la declaración efectuada por un nuevo testigo "pone de manifiesto la realidad de un fraude procesal gestado, fuera del proceso, entre los profesionales intervinientes en la rinoplastia estética".

El pasado 3 de noviembre, la Sala celebró una vista pública en la que revisó un recurso de sentencia firme interpuesto por el abogado de la familia contra la sentencia que les condenó a pagar 400.000 euros en costas. La audiencia tuvo lugar al aparecer un nuevo testigo, cuya versión dio por válida la Fiscalía del Supremo.

Un vuelco inesperado

En la vista, el nuevo testigo en la operación manifestó que el anestesista Francisco G. M. no comprobó que el tubo que le permitía respirar durante la intervención estética estaba desconectado, lo que provocó que sufriera "una apnea transitoria que le llevó a un daño cerebral". La versión de este nuevo testigo, el Doctor Ignacio Frade, dió un vuelco inesperado al caso. Frade, que en aquel momento era médico aprendiz, ha relatado que, cuando la operación estaba a punto de terminar, el chico sufrió una alteración del ritmo cardiaco.  

"El anestesista no estaba y se avisó a la enfermera auxiliar para que le llamara. A los minutos llegó. Le levantó los paños y comprobó que el tubo de anestesia a través del cual respiraba estaba desconectado. Dijo; ¡Dios mío, está desconectado!", recordó el testigo. "No hubo ningún vómito. Jamás se salió el tubo de la traquea. Se produjo una desconexión de la parte exterior que le unía al respirador. No se le suministró oxígeno y sufrió una apnea transitoria que le llevó a un daño cerebral", precisó el médico especialista.

Juana Ortega, la madre de Meño, ha expresado su "alegría" especialmente por el hecho de que el TS reconozca que la declaración del médico en prácticas. Ortega ha asegurado que la decisión del Alto Tribunal le ha devuelto la confianza en la Justicia y espera que los tribunales actúen contra los testigos que durante todo este tiempo "han mentido para dejar libres a los médicos".

"Es una buena noticia", ha afirmado la madre de Meño "con toda la precaución" porque aún no se fía "de la gente que manipula la Justicia" y de las compañías de seguros que, según ella, son las que "tienen la fuerza en este país". La decisión del TS, sin embargo, no va a cambiar de momento la vida diaria de la familia de Meño, ya que seguirán acampados en la plaza Jacinto Benavente de Madrid, donde desde hace un año se establecieron para protestar frente a una de las sedes del Ministerio de Justicia cuando fueron desahuciados.

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