Las aulas de la región están más tranquilas, pero con padres más acosadores en Internet

  • El Defensor del Profesor atribuye la mejoría a decretos de convivencia.
  • Suben las amenazas de alumnos y progenitores.
  • Crean foros de opinión y desacreditan a los maestros de sus hijos.
Varios niños, en la puerta de su colegio.
Varios niños, en la puerta de su colegio.
ARCHIVO
Varios niños, en la puerta de su colegio.

Crean foros de opinión y desacreditan en la Red a los maestros de sus hijos. Es una de las conductas detectadas por el Defensor del Profesor, que el curso pasado atendió 3.998 llamadas de docentes "angustiados y desamparados", 2.429 de ellas en su servicio de Madrid.

Las nuevas tecnologías son, según el sindicato Anpe, del que depende el Defensor, el cauce que utilizan los progenitores para vengarse de los docentes que cuestionan a sus hijos. Hasta tal punto que los casos de acoso y amenazas de padres a profesores representan ya el 24% de las llamadas. En el curso 2008/2009 eran el 20%.

También suben las amenazas de los alumnos: de un 18% a un 22%. Y el problema es que mientras en Secundaria son los alumnos quienes hacen frente al profesorado, en Infantil y Primaria los padres llevan la voz cantante cuando de levantar la mano al docente se trata. "Le voy a inflar a tortas por humillar a mi niño", espetó un papá al equipo directivo de un centro. El motivo: expulsar al chaval de la clase por desobediencia e indisciplina reiterada.

Más casos en Primaria

La buena noticia dentro de esta desalentadora estadística se debe a los decretos de convivencia. Según Anpe, esta normativa, que se aplica en la región desde 2007, ha permitido apaciguar las aulas y devolver el control a los maestros. Si hace cinco años [cuando nació el Defensor] los problemas para dar clase centraban el 60% de las llamadas, el curso pasado representaron el 28%. Eso sí, mientras la conflictividad remite en Secundaria (del 49 al 45%), aumenta en Primaria (del 35 al 38%).

A mordiscos y arañazos

"Son pocos casos", pero los docentes están alarmados ante los episodios de violencia protagonizados por alumnos de muy corta edad, entre cuatro y cinco años. Basta que otro niño se niegue a prestarles el juguete, relata el Defensor, para que los críos, de segundo ciclo de Infantil, la emprendan "a mordiscos y arañazos". Lo mismo ocurre si un compañero no permite a otro colarse en la fila. "Son niños acostumbrados a que nadie les haya puesto límites" y creen que tienen todos los derechos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento