Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, a finales de marzo o principios de abril de 2008 el acusado, J.V.G., "aprovechando que prestaba servicios como camarero" en un establecimiento de la capital hispalense se adueñó de dos talonarios propiedad del dueño de la cafetería.

De esta manera, y según indica el fiscal, el imputado, "guiado por el propósito de obtener un inmediato beneficio económico, imitó la firma de su jefe, rellenó el importe y cobro al portador de ocho cheques" y, posteriormente, acudió a distintas oficinas bancarias y obtuvo 2.436 euros en metálico.

Por todo ello, el fiscal solicita para el encartado dos años de cárcel y el pago de 900 euros por un delito continuado de falsedad en documento mercantil, así como tres años y seis meses de prisión y 900 euros de multa por un delito continuado de estafa cualificada.

Además, solicita que abone una multa de 90 euros por una falta de hurto, así como el pago de una indemnización a favor del propietario de la cafetería de 2.436 euros.