Con un volumen de carga total de 1.550 litros, el nuevo Astra familiar ofrece efectivamente 20 litros más que el Insignia que mide aproximadamente 4,90 metros de longitud y cuenta con un maletero más grande. Y eso que, en opinión de la casa Opel, éste último ha logrado con éxito dar el paso de la clase media a la clase media superior. Creo que nos estamos volviendo locos, pero en el sentido más literal de la palabra.
Maduro, elegante, práctico.... y enorme
Sin embargo, el Astra Sports Tourer – como comenzará a llamarse a partir de ahora – tan sólo ofrece 55 litros más que, por ejemplo, el VW Golf Variant. Éste es, por el contrario, 16 centímetros más corto, lo que puede resultar decisivo a la hora de buscar aparcamiento.
No importa lo que se desee trasportar, el Opel Astra lo hace mejor que su predecesor y que el Insignia. Y, aparte de todo esto, es un hecho que es extraordinariamente bonito. Aunque, evidentemente, los diseñadores disponían de espacio suficiente para diseñar una carrocería bonita. De esta forma, el Astra Sports Tourer no sólo ocupa las primeras posiciones en el tema de las dimensiones, sino también en lo que respecta a la estética dentro del 'segmento compacto'.
Excelente carga útil en el modelo básico
El respaldo del asiento trasero se pliega pulsando un botón y con un impulso eléctrico se abate hace adelante. La cubierta enrollable se puede ocultar en el suelo y se desmonta fácilmente. La superficie de asiento se puede elevar a efectos de nivelar la superficie de carga. De esta forma, este bonito modelo (hay que reconocer que para que un coche sea bonito no pueden faltar las llantas de aluminio de 18") resulta apto para transportar cualquier tipo de objeto.
¿Dónde están los asientos Flex?
Algo más adelante el Astra sigue siendo un Astra. El banco trasero no se puede desplazar, y uno busca en vano el sistema de asientos Flex Space disponible en el Meriva. En relación con la longitud del coche, el margen de maniobra para las rodillas en la parte trasera resulta, en el mejor de los casos, normal. No obstante, los asientos son cómodos. Sobre todo los asientos delanteros si uno encarga los asientos AGR disponibles por un suplemento adicional. En este caso se puede alargar la superficie de asiento, la sujeción lateral es excelente, los apoyos lumbares se inflan de forma variable y el anclaje de los asientos es muy bueno a lo largo de su enorme área de ajuste.
Excelentes son también sus acabados, aunque no llegan a alcanzar la perfección del Golf. Un ejemplo es la antena del navegador. En el caso de VW, esta aleta de tiburón lacada y brillante se une de forma precisa al techo gracias a una junta de goma. En el caso del Opel lo que encontramos es un trozo de plástico colocado encima del techo. Detalles, sí, pero cosas que saltan a la vista cuando se observa con más atención. En el salpicadero, la disposición irregular de los botones hacen que su manejo no resulte del todo sencillo.
Excelente chasis (opcional) y buenos motores
Digno de mención es su chasis, aunque esto también era así en la versión corta del Astra. Sobre todo el sistema de suspensión adaptativo FlexRide. Aunque cuesta aproximadamente. 800 euros, hace muchas cosas mejor que sus competidores y, sobre todo, que el chasis estándar (también bastante adecuado). Pese a sus llantas de 18", el Sports Tourer se desplaza de forma suave y ágil. El motor diésel más potente, de 160 CV, armoniza especialmente bien con el sistema FlexRide. También hemos probado el gasolina 1.4T de 140 CV que, en comparación directa, se muestra más torpe aunque, considerando el tamaño de las ruedas, no podemos quejarnos.
En lo que a los diésel se refiere existe un 1.3 CDTI de 95 CV con sistema Stop/Start. Su consumo se cifra en 4,1 litros. Los modelos 1.7 CDTI de 110 y 125 CV consumen algo más, aunque no superan los 4,5 litros. El 2.0 CDTI tan sólo está disponible con 160 CV. En este caso, su consumo alcanza los 5,1 litros. La oferta de motores la completa una versión de gas licuado de petróleo. Lo que resulta incomprensible es que el Astra no disponga aún de una recomendación de cambio en el panel de instrumentos combinado y que tan sólo el diésel básico cuente con la tecnología que permite detener el motor. Las mecánicas más recomendables son los diésel de 110 y 160 CV.
Conclusión
Las series de modelos de Opel parecen fundirse unas en otras, ya que la diferencia entre el Astra Sports Tourer y el Insignia Sports Tourer ya no resulta tan evidente. Al menos no tanto como debería ser, ya que ambos son sumamente elegantes y, por lo tanto, ¿por qué decantarse por el más caro que ni siquiera ofrece un maletero más grande?
El Opel Astra Sports Tourer es un familiar más que convincente, pero no un compacto, y esto es lo que realmente debería seguir siendo. A quien no le importe este detalle obtendrá a cambio un maletero enorme con algunas soluciones inteligentes, unos motores turbo modernos y, por encima de todo, un automóvil elegante. Un Opel grande y bonito.
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