La UCO aprobó en julio una campaña de prevención, protección y asistencia al tabaquismo. En un primer momento se dedicó a trabajar con los empleados, pero nuestra idea era extender esta iniciativa a los estudiantes. Hemos diseñado un programa específico para ellos.

¿Hay diferencias entre alumnos y profesores fumadores?

Los estudiantes son un eslabón importante y una diana muy sensible al tabaquismo. Están en una edad en la que se desarrolla y se fija la adicción, por lo que la intervención es más beneficiosa. Podemos ahorrar a un chico 10 o 15 años de tabaquismo. La mayoría de la gente termina quitándose, pero, en ocasiones, demasiado tarde.

¿Cuáles son los aspectos específicos de estas unidades?

A los estudiantes no les hacemos revisiones médicas como a los trabajadores. Teníamos que ofrecer posibilidades más amplias y accesibles. Intentamos motivar dándoles la posibilidad de dejar el tabaco.

¿Cómo va la ley en las aulas?

La implantación de la ley antitabaco en la UCO está siendo modélica y respetuosa.  Absolutamente nadie fuma en el aulario de Rabanales. Eso es digno de mencionar y de agradecer a los estudiantes.

BIO

Justo Pastor (41 años) nació en Badajoz y es doctor de Biología de la UCO y profesor de Biología Celular.