Según informaron hoy fuentes de la Guardia Civil, en uno de los controles que efectúan los agentes en la "mercancía entrante en España", se detectó el pasado día 5 de enero un envío procedente de Perú que supuestamente contenía en dos paquetes "polvo de zinc y de aluminio, respectivamente, con un peso de más de 84 kilos".

Las fuentes informaron de que el polvo de zinc y el de cobre son habitualmente utilizados para el recubrimiento de pequeñas piezas y en España existen explotaciones que se dedican a la extracción de estos elementos.

Este hecho, unido a que no se logró localizar al destinatario de la mercancía, llevó a los agentes a pedir la autorización para la apertura de los paquetes, en cuyo interior se encontró cocaína.

Un cilindro con 36 kilos de droga

Además, el pasado 12 de enero se detectó otro paquete en el que "supuestamente había un cilindro metálico", que había llegado a Barajas procedente de Bruselas, aunque había sido enviado desde Brasil.

Las fuentes señalaron que este paquete se abrió ayer y en su interior los agentes encontraron 36.000 gramos de cocaína.

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo en las últimas horas a un ciudadano español y otro rumano, de 31 y 24 años, respectivamente, que llegaron a Madrid en un vuelo procedente de Costa Rica con 3.370 gramos de cocaína en el doble fondo de una maleta y de una funda porta CD, y en fajas adosadas a las piernas.

Así mismo fue arrestado en el aeropuerto de Barajas un ciudadano español de 25 años, que viajó a Madrid en un vuelo procedente de Amsterdam con 300 gramos de cocaína en el interior de 27 cápsulas que llevaba en una mochila.