La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre de nacionalidad colombiana a 11 años y medio de prisión por intentar violar a dos mujeres el mismo día cuando éstas iban a entrar en sus viviendas; y por robar de forma violenta a una de ellas 120 euros. Además, se le impone el pago de 6.000 euros a cada una por los daños morales.

Los hechos sucedieron en febrero de este año. El acusado, según se declara probado en la sentencia, estuvo una noche en una discoteca con una mujer a la que acompañó a su casa en taxi y cuando llegaron y ella iba a abrir el portal éste entró detrás y "tras agarrarla violentamente por el pelo, la arrojó al suelo".

Tras esto, indica la resolución a la que tuvo acceso Europa Press, el procesado, que fue condenado en 2009 por robo con violencia, intentó abusar de la mujer, lo que "no pudo conseguir al aparecer un vecino que se disponía a salir del inmueble" a quien la víctima pidió ayuda a gritos, lo que provocó que el hombre huyera del lugar.

Minutos después, abordó a otra mujer cuando también intentaba abrir la puerta de su portal y con intención de robarla, la agarró "fuertemente del pelo y la empujó violentamente hacia el interior, exigiéndole que le diera dinero o le mataba", con lo que, según el Tribunal, consiguió que le diera 120 euros que llevaba en el bolso.

Tras esto, apunta la sentencia, intentó abusar de la mujer, a la que dio "un fuerte puñetazo en el rostro", aunque no lo logró por "la providencial presencia de una vecina del inmueble", aprovechando la víctima para salir corriendo, seguida por el acusado, a la calle, donde unos viandantes provocaron la huida del hombre.

Para la Sala, el testimonio de las víctimas "rezuma sinceridad cuando se referían al calvario soportado mientras estuvieron bajo el violento control del acusado", además de que sus declaraciones fueron respaldadas por las de "los providenciales testigos que con su oportuna presencia evitaron que el acusado consumara sus propósitos".

Por esto, se le condena por dos delitos de agresión sexual, por el que se le impone en total ocho años de prisión; un delito de robo con violencia, por el que se le condena a tres años y medio de cárcel; y por dos faltas de lesiones, por las que se le impone multa de 1.400 euros.

Asimismo, se le prohíbe acudir al domicilio de las víctimas, a su lugar de trabajo o a donde éstas se encuentren, así como comunicar con ellas por cualquier medio durante un tiempo superior en ocho años al de cumplimiento de las penas privativas de libertad impuestas.