La campaña electoral de las elecciones catalanas del 28-N empieza a las 00.00 horas de este viernes. En estos comicios los candidatos Artur Mas (CiU), José Montilla (PSC) y Joan Puigcercós (ERC) se juegan su futuro político.

Mientras que CiU aspira a que sea una campaña más bien tranquila y sin sobresaltos, los partidos de izquierda tratarán de movilizar a un electorado que por ahora aún no se ha decidido a acudir a las urnas, según coinciden varios sondeos de opinión, que también pronostican que la participación será clave y determinará si entran o no grupos extraparlamentarios.

CiU intentará superar la barrera psicológica de la sesentena de diputados (algo que la colocaría a las puertas de la mayoría absoluta) mientras que el PSC aspira a remontar los pronósticos de las encuestas y mantenerse al menos en la treintena de diputados.

Mas ha anunciado en reiteradas ocasiones que rechazará seguir liderando CiU, lo que abriría el melón de la sucesión. En las quinielas, están Josep Antoni Duran (UDC), un perfil más moderado como el alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, u otro más soberanista, Felip Puig, ambos de CDC.

El PSC ha puesto toda la carne en el asador con el objetivo de movilizar a su electorado, aunque fuentes del partido indican que oficialmente nadie cuestiona el liderazgo de Montilla. Históricamente, el PSC siempre ha tenido problemas para atraer a sus votantes en las generales y municipales. No es así en las autonómicas, pero ahora se suma el efecto desmovilizador que provoca la crisis.

Joan Puigcercós (ERC) afronta sus primeros comicios autonómicos tras la marcha del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, de la direción del partido, y de las fugas de militantes hacia Solidaritat Catalana per la Independència (SI) y Reagrupament, que discrepaban por el pacto de gobierno con los socialistas.

Puigcercós controla el partido por lo que su liderazgo interno no está cuestionado, aunque algunos sondeos de opinión pronostican que la formación podría retroceder hasta la docena de diputados y perder el crecimiento que experimentaron en 2003 y 2006.

La candidata del PP, Alicia Sánchez Camacho, basa su campaña en movilizar todo el electorado potencial de los populares catalanes, tras la aparición en 2006 de C's, que captó al electorado que se siente español pero que discrepaba de la pátina moderada y catalanista de Josep Piqué.

Así, los populares han hecho del control de la inmigración uno de los ejes de su discurso, para evitar eventuales fugas hacia partidos como Plataforma per Catalunya (PxC) y también que pueda crecer C's. Además, hay una tercera fuerza que se disputa el electorado de sensibilidad antinacionalista, UPyD.

Por su parte, ICV-EUiA tratará de reeditar los resultados de 2006, su máximo histórico desde que dejó de presentarse bajo las siglas del PSUC. Según las encuestas, Joan Herrera ha frenado el desgaste que experimentó la coalición ecosocialista ante las críticas por su gestión en el Govern.

Apertura de campaña

CiU elige el simbolismo de la principal plaza barcelonesa, la de Catalunya, para abrir su campaña, lugar que también ha elegido UPyD. C's lo hará desde el Palau de la Música para criticar la presunta corrupción del caso Millet, y el PP lo hará desde Barcelona, en un acto con Mariano Rajoy.

Los socialistas han elegido uno de los pabellones de Fira de Barcelona, y ERC abrirá campaña desde Reus (Tarragona), localidad donde procede el presidente del Parlament, Ernest Benach, y una de las ciudades del popular 'clan de la avellana' que controló el partido durante muchos años.

ICV-EUiA abrirá la campaña desde Lleida, como hizo en 2006. Precisamente, hace cuatro años logró recuperar representación por esta provincia por primera vez desde los años del PSUC. Reagrupament también abrirá desde Lleida y Solidaritat Catalana lo hará desde Molins de Rei.