Los habitantes de Burtonport, en la costa de Rutland Island (Irlanda) amanecieron el domingo con un triste regalo que el mar había empujado a sus costas: los cadáveres de 35 ballenas piloto, la mayoría  madres con sus bebés.

Los científicos han confirmado que se trata de una de las más grandes muertes masivas de ballenas en Irlanda.

Estos animales se alimentan muy lejos de la costa. Se cree que parte del grupo pudo enfermar, por causas que desconocen, y arrastrar al resto del grupo a la arena ya que son manadas socialmente muy compactos.

Los científicos y ecologistas investigan la causa de las muertes. Para ellos han tomado muestras de las ballenas fallecidas. Se investiga si el equipo de sónar Real Naval ha tenido algo que ver en la varada. Sin embargo la Marina Real Británica dice que este grupo de ballenas fue avistado por última vez cerca de South Uist, a 50 millas del barco de la armada más cercano, y por tanto muy alejado de cualquiera de sus sónar.