La Audiencia de Valladolid ha condenado a penas de cuatro años de prisión a dos jóvenes de origen colombiano, Rubiel de J.C.O. y Christian E.G.P, que el pasado mes de abril fueron detenidos bajo la acusación de dedicarse a la distribución de cocaína en locales de alterne y zonas de ocio de la capital vallisoletana.

Ambos procesados, que se enfrentaban inicialmente cada uno a siete años de privación de libertad y al pago de 30.000 euros de multa, se declararon culpables y llegaron a un acuerdo con el Ministerio Fiscal para que la condena impuesta, que ya es firme, quedara reducida en ambos casos a tres años de prisión y multas de 25.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La detención tiene su origen en el control y seguimiento que el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Valladolid venía ejerciendo sobre Christian E.G.P, al que vieron realizar una transacción de droga a cambio de dinero con Rubiel de J.C.O, lo que llevó a pensar a los agentes que ambos se dedicaban a la venta y distribución de sustancias y que el segundo de ellos era el suministrador del primero.

En el curso de las investigaciones, los agentes tuvieron conocimiento de que los ahora condenados habían quedado para el día 20 de abril del presente año en Olmedo, por lo que montaron el correspondiente dispositivo, ya que tenían constancia de que en ese lugar habían hecho transacciones de droga con anterioridad, y así procedieron a su detención después de que Rubiel de J.C.O. entregara a Christian E.G.P. un paquete con dos bolsitas de cocaína.

En el momento de la detención, la policía ocupó en el turismo de Christian, bajo el asiento del conductor y dentro de un calcetín, las referidas bolsitas que contenían en total 150 gramos de cocaína, mientras que a Rubiel se le intervino un sobre con 3.000 euros recibidos en pago de la sustancia y en su coche se descubrió un 'zulo' habilitado en la parte trasera de los bajos.

Dicho compartimento tenía adherido un ambientador en forma de pino para evitar que la cocaína fuera detectada por su olor y en su interior la policía se incautó de 11.410 euros producto de la venta de dicha sustancia.

Acto seguido, ese mismo día, la policía efectuó un registro en el domicilio de Christian y en su dormitorio encontró una bolsa con 25,52 gramos de cocaína y con un valor de entre 1.550 y 1.880 euros y un dietario con anotaciones. La droga incautada en su totalidad a este procesado habría alcanzado en el mercado ilegal un precio de 10.471 euros si se hubiera vendido por gramos y de 12.704 euros si se vendiera por dosis.