Los gallegos reciben a Benedicto XVI con cánticos, gaitas, banderas y flores en su primera visita a Galicia

El acto, presidido por los Príncipes, ha estado protagonizado por una densa niebla y las muestras de cariño de los fieles
El Papa Benedicto XVI saluda a los fieles en Santiago
El Papa Benedicto XVI saluda a los fieles en Santiago
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El Papa Benedicto XVI saluda a los fieles en Santiago

Los gallegos que desde primera hora de este sábado esperaban la llegada del Papa Benedicto XVI a Santiago, en lo que constituye su primera visita a Galicia, han recibido al Santo Padre a su llegada a Lavacolla con cánticos, banderas y flores y con música de gaitas sumidos en una espesa niebla y a pesar del frío que se registraba en el aeropuerto.

En concreto, han sido 500 los afortunados que, invitados por la organización, han podido ver al Papa en el momento en el que ha pisado por primera vez tierra gallega, algo que ha hecho con puntualidad tras aterrizar poco antes de las 11.30 horas.

Aunque en un principio hubo cierto nerviosismo en el aeródromo compostelano ante la posibilidad de que la densa niebla impidiese el aterrizaje del avión de Alitalia en el que ha llegado Benedicto XVI, finalmente no ha habido ningún problema tanto con la llegada del Sumo Pontífice como con la de los Príncipes de Asturias, cuyo avión ha tomado tierra poco después de las 11.10 horas.

Así, tan pronto como Benedicto XVI ha hecho su aparición por la puerta de la aeronave, los fieles han prorrumpido en aplausos y han hecho ondear banderillas de Galicia y del Vaticano. Además, los allí presentes, que han aguantado de pie con temperaturas de nueve grados, han lanzado vítores como 'Si, si, si, el Papa ya está aquí' y han coreado el nombre de Benedicto XVI.

Por su parte, los Príncipes de Asturias han esperado a Su Santidad al pie de la escalerilla y han recorrido junto a el los metros de alfombra roja que separaban el avión del púlpito. Entre tanto, las bandas de la Fuerza Logística Operativa y de Guerra de la Brilat han interpretado los himnos gallego y vaticano y han desfilado ante el Pontífice.

Saludo a las autoridades

Una vez en la tribuna habilitada para el acto de recepción a pie de pista, las autoridades allí presentes han saludado una a una a Benedicto XVI. En concreto, han participado en el acto el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, los ministros de Fomento y Justicia, José Blanco y Francisco Caamaño; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, y el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda.

Además, también han estado presentes el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez; alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y el secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, entre otros, así como numerosas autoridades eclesiásticas entre las que se encontraba el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio.

Al recibir al Papa en su segunda visita a España como Pontífice, el Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, ha destacado el "compromiso" de Benedicto VXI "con la paz, la libertad y la dignidad del ser humano". "Nos reconforta muy especialmente en los tiempos complejos y de crisis que vive el mundo. Tiempos en los que la guerra y el terrorismo, el hambre y la pobreza, la injusticia y el dolor, requieren de la firmeza, del compromiso personal y del esfuerzo de los gobernantes de la tierra y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad", ha aseverado don Felipe en su discurso.

Asimismo, el heredero de la Corona, que ha hablado un fragmento en gallego, ha agradecido especialmente a Benedicto XVI su visita a España y le ha dado una calurosa bienvenida, deseándole "de corazón" una "estancia muy feliz". Al mismo tiempo, ha recordado el "afecto" que el Papa profesa a España haciendo hincapié en que el Sumo Pontífice volverá a Madrid en 2011 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.

Finalmente, el Príncipe Felipe ha hecho referencia al fenómeno peregrino y ha apuntado la "ilusión" del Santo Padre por acercarse "a la maravillosa ciudad de Santiago". "Una ciudad que os espera con los brazos abiertos, como ya lo hiciera en dos ocasiones inolvidables con vuestro predecesor, el Papa Juan Pablo II, quien nos dejó la huella profunda de su mensaje y afecto", ha comentado.

Como peregrino

Por su parte, el Santo Padre se ha dirigido a los presentes en un discurso en castellano y gallego en el que ha recordado que acude a Compostela "como peregrino" para unirse a los caminantes que "fueron creando una vía de cultura, de oración y conversión" y ha invitado a España y a Europa "a edificar su presente y a proyectar su futuro" desde "la verdad auténtica del hombre, la libertad que respeta esa verdad y desde la justicia para todos", comenzando "por los más pobres y desvalidos".

"Vengo como peregrino en este Año Santo Compostelano y traigo en el corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol Pablo a emprender sus viajes, ansiando llegar también a España. Deseo unirme a esa hilera de hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos, han llegado a Compostela desde todos los rincones de la Península y de Europa, e incluso del mundo entero, para ponerse a los pies de Santiago y dejarse transformar por el testimonio de su fe", ha reivindicado el Santo Padre.

En un discurso que ha sido escuchado en silencio por los presentes, el Santo Padre ha agradecido el trabajo de los organizadores y la presencia de los fieles y ha recordado que Juan Pablo II "desde Compostela exhortó al viejo continente a dar nueva pujanza a sus raíces cristianas", por lo que ha defendido una España y una Europa "no sólo preocupadas de las necesidades materiales de los hombres, sino también de las morales y sociales, de las espirituales y religiosas".

Encuentro con los príncipes

Tras el acto protocolario, el Papa se ha retirado a la Sala VIP del aeropuerto de Santiago, donde ha mantenido un encuentro con los Príncipes de Asturias, y se ha reunido después durante unos cuatro minutos con el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ha reafirmado las "buenas relaciones" entre España y la Santa Sede.

Sobre las 12.20 horas, Benedicto XVI ha salido de la nueva terminal del aeropuerto de Lavacolla y se ha subido al Papamóvil, en el cual ha iniciado su marcha escoltado por miembros de seguridad. Antes de salir del recinto aeroportuario, el Papa, que viajaba acompañado de su secretario personal y del arzobispo de Santiago, ha hecho una parada ante las personas allí congregadas, que han estallado en muestras de júbilo.

Así, el Santo Padre ha roto el protocolo y ha accedido a que su secretario personal le acercase a un bebé por la ventanilla del vehículo, que ya estaba abierta, para que el Papa pudiese darle su bendición. En total, dos niños y una niña de corta edad fueron bendecidos y recibieron las muestras de cariño directamente del Sumo Pontífice.

A continuación, el Papa ha iniciado la marcha hacia la Catedral de Santiago por la antigua carretera del aeropuerto, donde ha sido recibido por los fieles con flores, papeles de colores y aplausos.

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