Preparaban otra fuga. Juanjo Garfia, uno de los procesados por el motín de Fontcalent en 1990, declaró ayer en el juicio que los líderes de la revuelta la prepararon «por despecho» ante un plan de fuga que contaba con ellos. Garfia se enfrenta a más de 50 años de cárcel por nueve delitos de secuestro.