El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha agradecido a la Iglesia Católica su compromiso social "con todos y cada uno de los hombres y mujeres, sin distinción de ninguna clase".

Barreda ha realizado estas declaraciones hoy en la inauguración de la residencia 'Juan Pablo II' de Alovera (Guadalajara) junto al obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, donde ha afirmado que "es de justicia verbalizar algunas realidades por muy obvias que sean".

"Por eso, como representante de todos los castellano-manchegos quiero agradecer a la Iglesia su labor", ha apuntado, al tiempo que ha destacado que el compromiso de las administraciones "también debe ser con la sociedad, y colaborar, como hace la Iglesia, para que la vida trate con dignidad a todos los seres humanos por igual".

El presidente de la Junta ha asegurado que el Gobierno regional "tiene muy claras sus prioridades", y ha resaltado que en Castilla-La Mancha no faltarán recursos ni para la educación, ni la sanidad ni los servicios sociales.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo regional ha afirmado que la apuesta de su Gobierno por estas áreas "está decidida", y ha asegurado que "seguirá trabajando duro para que los castellano-manchegos, que hemos sido los últimos en muchas cosas, ahora seamos los primeros".

Así, ha asegurado que Castilla-La Mancha es la primera región en ratio de plazas residenciales para mayores, y la primera en dedicar más presupuesto, en relación con su Producto Interior Bruto, a servicios para las personas mayores.

"Con esto nos demostramos a nosotros mismos que somos capaces de hacer las cosas igual, y en muchos casos mejor que los demás", ha apuntado Barreda, que ha considerado que en la región la educación, la sanidad y los servicios sociales "funcionan muy bien, mejor que en muchos otros lugares".

Necesaria la unidad

Barreda ha dicho que es necesaria "la unidad, el acuerdo y la colaboración de toda la sociedad para lograr avances en este ámbito", ya que se necesita "la ayuda de todo el mundo, y sobre todo la de una organización como la Iglesia, porque la Administración no puede llegar a todas partes". Asimismo, ha solicitado un esfuerzo conjunto para que en Castilla-La Mancha la tercera edad sea "la primera en respeto, consideración, cariño y atención".

Para el presidente regional la sociedad "debe agradecer a la tercera edad todo su esfuerzo por dejar un mundo mejor" y ha destacado que "a los mayores les debemos todo porque gracias a su esfuerzo en momentos muy complicados dejaron un mundo lleno de más posibilidades".

A su juicio es "de justicia devolver a los mayores todo lo que podamos no sólo desde punto de vista económico, sino también del respeto y del afecto". En ese sentido, ha asegurado que las sociedades "no pueden desperdiciar la inteligencia acumulada que hay en las personas mayores, pues necesitamos de su ayuda y de su consejo".

Barreda ha agradecido a todos los que han hecho posible que la residencia Juan Pablo II "sea una realidad" y ha transmitido su confianza en la capacidad transformadora que tiene la Iglesia que ha conseguido "éste y retos aún más difíciles".

Por último, ha señalado que "ésta es una gran residencia desde el punto de vista arquitectónico pero también por el grupo de personas que trabajan en ella y que son grandes profesionales con una capacidad humana que les hace no olvidarse nunca de que trabajan con seres humanos.

Por su parte, el obispo de Sigüenza-Guadalajara ha agradecido a todas las instituciones implicadas su colaboración y ha declarado que el objetivo es lograr que la Fundación genere recursos para poder seguir haciendo obras de este tipo, dirigidas al bien común.

Asimismo, ha destacado la capacidad profesional del equipo de trabajadores de la residencia y ha resaltado la importancia del capital humano para que iniciativas de estas características funcionen debidamente.