El presidente de Ibercaja augura una vuelta a los fundamentos tradicionales de la actividad bancaria

Exceso de capacidad instalada, tensiones de liquidez y morosidad son los retos del sistema financiero español, según Amado Franco

El presidente de Ibercaja, Amado Franco, ha indicado este jueves que, en el entorno actual, "los crecimientos van a ser menores porque va a ser necesario un mayor capital para el mismo volumen y los beneficios van a ser menores también, porque los costes financieros van a subir", lo que va a obligar a las entidades bancarias a volver a los fundamentos tradicionales de la actividad bancaria, "la banca aburrida que se basa en la economía real, ya que se centra en los clientes, hogares y empresas".

En declaraciones a los medios de comunicación previas a impartir la lección inaugural del XXIII Programa Máster profesional en la Unión Europea (2010-2011), en Ibercaja Patio de la Infanta, en Zaragoza, donde ha abordado 'El sistema financiero en la encrucijada: claves del nuevo modelo', Franco ha expuesto que "el negocio financiero es euro a euro porque no podemos olvidar que la finalidad fundamental es captar ahorro e invertirlo en el sector productivo: en la empresa, la familia y el consumo, sin los apoyos tan extraordinarios que ha habido estos años".

Franco ha añadido que será necesario "un mayor análisis del riesgo teniendo en cuenta la capacidad que tiene las persona a la que prestas dinero de devolvértelo en plazo con la actividad normal, un tema fundamental a tener en cuenta más que las propias garantías que adicionalmente pueda tener la actividad financiera".

A partir de ahora, el primer rasgo distintivo del sector, en opinión de Amado Franco, es que la aversión al riesgo será mayor en términos de cantidad y precio. Se ha acabado "el café para todos", no habrá dinero para todo tipo de proyectos y los inversores institucionales serán más selectivos para no incurrir en errores como con los activos 'subprime', entre otros.

El segundo factor distintivo es que los costes de financiación serán más elevados para los demandantes de fondos, bien sean del sector público o del privado, del sector financiero y del industrial, con cuatro variables que tendrán mucha importancia a la hora de fijar el precio de la financiación.

Es decir, el riesgo-país, el sector al que pertenece el emisor, la dimensión del emisor en términos de balance y capitalización y, por último, la calidad intrínseca del riesgo a través de la calificación crediticia o rating. Como dos últimas variables destacan una mejor regulación y supervisión por parte de los organismos reguladores y la volatilidad de los mercados, que tenderá a reducirse.

El presidente de Ibercaja ha recordado que para España, conseguir liquidez será más caro que para Alemania. "En estos momentos, el diferencial que tenemos con Alemania son 180 puntos básicos, es decir, a Alemania financiarse a diez años le cuesta 2,40 y a nosotros 4,2, si al Estado español le cuesta 180 puntos más que al Estado alemán, a las empresas españolas les cuesta también más que a las alemanas", ha aseverado.

Otro concepto que ha introducido como novedad el presidente de Ibercaja, dentro de la gestión de las entidades financieras a raíz de las enseñanzas aportadas por la crisis, es que se volverá a "recuperar la capacidad de pago como criterio principal e ineludible en las inversiones y autorizaciones de riesgo, por encima del valor de las garantías aportadas, la preservación de la cuota de mercado o cualquier otro argumento".

Retos del sistema español

En la conferencia, Amado Franco ha afirmado que el exceso de capacidad instalada, las tensiones de liquidez por un exigente calendario de vencimiento de la deuda para los próximos años y las amenazas para la solvencia con el incremento de la morosidad son los tres retos fundamentales que en estos momentos tiene el sistema financiero español.

En su exposición, el también vicepresidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, se ha referido al futuro de estas entidades que a lo largo de los pasados dos siglos han sido decisivas para el bienestar de la sociedad española.

Ha enumerado varios signos distintivos de las cajas frente al resto de entidades como son, entre otros, la presencia en el medio rural, lo que supone que 1.100 pequeños municipios españoles disfruten de los servicios financieros gracias a las cajas; la participación en centenares de empresas que vertebran el desarrollo de las distintas regiones y comarcas españolas; la dotación de 1.700 millones (en 2009) de la Obra Social que atiende en todo el país millares de necesidad sociales, medioambientales, culturales, formativas, investigación y recuperación del patrimonio.

Después de referirse a la reciente reforma de la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (LORCA) del pasado mes de julio, el presidente de Ibercaja ha señalado que "se abren grandes retos sobre la forma con la que, en un horizonte de medio y largo plazo, las cajas van a compatibilizar la función financiera con la función social que hoy en día desempeñan y para la que fueron creadas".

En cuanto a los modelos de gestión de las entidades financieras, Amado Franco ha citado como cambios sustanciales los siguientes: las entidades deberán contar con estructuras de solvencia (capital y reservas) y de liquidez más robustas para sobrevivir a coyunturas adversas e inesperadas.

En este marco, los depósitos de clientes minoristas retomarán su protagonismo como eje fundamental para financiar la inversión crediticia; en segundo lugar, ha recordado que la elevación de las exigencias de capital, como prescribe Basilea III y también ciertos inversores instituciones, drenará capacidad de crecimiento en volúmenes de crédito, por lo cual, la rentabilidad de las entidades financieras se sustentará en la eficiencia operativa y en la adecuada selección de riesgos.

Amado Franco ha citado también que habrá una menor dependencia de los resultados procedentes de los mercados financieros —bolsa, renta, fija, deuda pública— o de la inversiones en activos inmobiliarios. RIEE

El acto académico se ha celebrado en Ibercaja Patio de la Infanta y ha contado con la presencia, entre otras personalidades, de la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Eva Almunia, del director de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, Honorio Romero, y del presidente del Real Instituto de Estudios Europeos y director del Máster, Maximiliano Bernad, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Zaragoza.

El Real Instituto de Estudios Europeos (RIEE), que preside el Catedrático de Derecho Internacional, Maximiliano Bernad, es el organizador del Máster de la UE. Hace 25 años que nació esta entidad con motivo del ingreso de España en las Comunidades Europeas tras un larguísimo periodo de negociaciones que comenzó antes de la etapa democrática.

Entre las numerosas personalidades que han impartido las lecciones inaugurales se encuentran Antonio La Pérgola, Pedro Solbes, René-Jean Dupy; Javier Elorza, Isabel Tocino, Loyola de Palacio, Emilio Menéndez del Valle, Manuel Pizarro, Trinidad Jiménez y Juan Fernández Aguilar, entre otros.

En esta edición se han matriculado 27 alumnos de distintas nacionalidades, como española, mejicana, checa, colombiana e hispano-cubana. Es la tercera promoción más amplia de las celebradas. El programa de estudio, que se actualiza de forma permanente, consta de 175 temas y abarca las políticas y las acciones de la UE, cubriendo los aspectos jurídicos, económicos, empresariales, sociales, políticos e históricos de la construcción europea, con la finalidad de formar especialistas del más alto nivel de la Unión Europea.

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