El PSPV exige una auditoría energética y un plan de ahorro que frene el derroche en el alumbrado público

El grupo municipal socialista ha exigido este jueves al equipo de gobierno del PP la realización de una auditoría energética que analice la eficiencia del alumbrado público de la ciudad de Valencia y la redacción y aplicación de un plan de medidas racionales de ahorro para frenar el derroche energético de los últimos años.

El grupo municipal socialista ha exigido este jueves al equipo de gobierno del PP la realización de una auditoría energética que analice la eficiencia del alumbrado público de la ciudad de Valencia y la redacción y aplicación de un plan de medidas racionales de ahorro para frenar el derroche energético de los últimos años.

En un comunicado, la concejala socialista Carmen del Río ha criticado la decisión de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de "reencender todas las farolas apagadas a mediados de junio" y ha considerado que esto demuestra que la medida se adoptó en su momento "no por austeridad ni por sensibilidad ambiental, sino porque no había dinero suficiente para pagar a Iberdrola".

"Los socialistas venimos denunciado la situación desde hace años, y el Ayuntamiento nos dio la razón cuando a mediados de junio apagó las farolas. Tocaba apagar para poder pagar", ha señalado Del Río, además de indicar que pese a que el equipo de gobierno acaba de aprobar el pago a Iberdrola de 1.293.079 euros correspondientes a este mismo ejercicio, el consistorio sigue debiendo a la compañía al menos 12 millones, según reconoció el concejal de Hacienda, y en torno a 20, según los cálculos del grupo municipal socialista".

Para la edil, "la situación era tal que el equipo de gobierno tuvo que declarar desierto el concurso, al que sólo se presentó Iberdrola, empresa que venía suministrando energía eléctrica desde hace años, porque exigió por escrito garantías para poder cobrar. Ahora, con Unión Fenosa, a endeudarse de nuevo, porque no parecen dispuestos a hacer un esfuerzo serio por reducir la factura de la luz".

Del Río ha indicado que "Barberá lleva 19 años gestionando el alumbrado sin reparar en gastos, plantando un bosque de farolas para que Valencia fuera la ciudad más iluminada del mundo", lo que arroja "un triste balance de derroche energético, contaminación lumínica, emisión excesiva de gases y derroche presupuestario".

"más luz no es mejor iluminación"

"Valencia no es la ciudad mejor iluminada, sino la más iluminada, lo que le convierte en paradigma de derroche energético", ha explicado la regidora, para quien "más luz no es sinónimo de mejor iluminación y mejor iluminación no significa poner más luces".

Del Río ha mencionado como ejemplo del derroche energético que el Ayuntamiento de Valencia ha invertido más de 160 millones de euros en alumbrado público en el periodo 1992-2010 (96.808.875 euros para la conservación y reparación de farolas y 63.303.643 para la instalación de nuevos puntos de luz).

El número de farolas de la ciudad se ha incrementado de las 46.918 existentes en 1994 a las 97.097 instaladas en 2008. A su vez, la factura eléctrica ha experimentado un importante incremento, pasando de 2.570.942 euros en 1992 a más 8.385.480 euros en 2008. En el mismo periodo, el consumo de kilovatios a la hora ha pasado de 34.370.916 a 89.264.584.

Dicho consumo es muy similar al de Barcelona (94.620.000 kw/h), que cuenta con el doble de población, y supone sólo la mitad del de Madrid (185.015.000 kw/h), que cuenta con el cuádruple de habitantes. Además, el alumbrado público de Valencia consume el doble de kilovatios a la hora por habitante que el Madrid y Barcelona: 110,19 kw/h/hab frente a 56,53 y 58,56, respectivamente.

De hecho, ha denunciado la edil que el consumo experimentado en Valencia es muy superior al objetivo del Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012 (PAE 4+) del Ministerio de Industria, que fija en 75 kw/hora/habitante el consumo que debe registrar el alumbrado público de las ciudades españolas en 2012.

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