El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, apuntó hoy al compromiso con la innovación y la apuesta por la internacionalización de las pequeñas empresas de la Comunidad como elementos para conseguir una economía regional "fuerte y competitiva".

Herrera, quien asistió hoy a la inauguración de las nuevas instalaciones de la firma vallisoletana Mozo-Grau, especializada en la fabricación y comercialización de implantes dentales, se refirió a esta empresa como "un ejemplo de modelo eficaz" en un momento de dificultad económica y cuyo esfuerzo se traduce en crecimiento y resistencia a la crisis.

Mozo-Grau, fundada en 1996 por Fernando Mozo, es la única compañía dedicada a la fabricación de este tipo de implantes en Castilla y León. Actualmente cuenta con una plantilla de 50 trabajadores y unos datos de facturación que rondan los tres millones de euros, de los cuales un uno por ciento se dedica a la exportación. Sus mercados exteriores de ventas se sitúan principalmente en Polonia, México y Turquía, Chile, Venezuela, China y Taiwán e India.

El presidente de la Junta destacó que la firma ha sabido conjugar la búsqueda de un nicho de mercado y la adaptación a las nuevas exigencias; el esmero por la calidad; el ejercicio constante de la innovación, lo que le ha permitido aplicar sus productos de forma inmediata, así como la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio en el exterior al no conformarse con el mercado cercano.

Herrera resaltó que el Centro de Negocios de Varsovia de la Junta ha dado todo el apoyo necesario a la empresa, a la que ha asesorado sobre los distintos mercados, e indicó que ADE Internacional Excal ha acompañado estas iniciativas para iniciar y consolidar su presencia en el exterior.

En los últimos años esta compañía ha contado con ayudas de ADE Inversiones y Servicios por valor de 184.578 euros para una inversión total muy cercana al millón de euros.

"En Castilla y León seguimos contando con personas que emprenden con bases sólidas", expresó Herrera, quien incidió asimismo en la alta cualificación de los 60 empleados que trabajan en Mozo-Grau y en la marca de calidad e innovación que suponen las instalaciones de esta joven empresa familiar, en las que ha invertido más de tres millones de euros.

Vocación internacional de mozo-GRAU

Con más de 1.200 metros cuadrados de superficie, la compañía vallisoletana cuenta con zonas dedicadas a Fabricación, Calidad, Logística, Formación, Ventas, Comercio Exterior, Departamento Financiero y Dirección, en las que trabajan 42 personas de las 60 que componen la plantilla completa.

La vocación internacional de Mozo-Grau posibilitó la apertura hace cuatro años de una oficina en Polonia en la que trabajan cuatro personas. Actualmente la firma negocia además su entrada en el mercado de Ecuador y mantiene contactos para desembarcar en países como Rusia, India, Siria, Irán, Grecia y Turquía.

La investigación es uno de los pilares sobre el que se asienta el trabajo de Mozo-Grau, que con el objetivo de ofrecer productos según los más elevados parámetros de calidad e innovación, mantiene acuerdos de investigación con las universidades Complutense, de Valencia, Sevilla, la Universidad de Santiago de Compostela, la Internacional de Cataluña y la Universidad de Varsovia, según informaron fuentes de la empresa.

A estas colaboraciones se suman las líneas de investigación abiertas ya con el Hospital Gregorio Marañón. Además, Mozo-Grau estudia otras posibilidades de colaboración con la Universidad de Salamanca y la Universidad de Talca, en Chile.

Sus clientes son cirujanos maxilofaciales, estomatólogos, odontólogos y protésicos dentales aunque suministra también a centros hospitalarios públicos de varias comunidades autónomas y a distintas universidades.

Las investigaciones que la empresa desarrolla se traducen en la aplicación de técnicas y en la creación de productos nuevos y sus resultados son publicados en prestigiosas publicaciones nacionales e internacionales de carácter científico.