Los adolescentes no podrán tatuarse sin permiso de sus padres

Salut desaconseja ponerse un ‘piercing’ en el cartílogo y genitales. Entre un 10 y un 20% de perforaciones acaban infectándose.
Un tatuador rellena un dibujo en un centro barcelonés.
Un tatuador rellena un dibujo en un centro barcelonés.
Toni Albir / Efe
Un tatuador rellena un dibujo en un centro barcelonés.
Los menores de 16 años y disminuidos psíquicos deberán contar con autorización paterna para hacerse un piercing o un tatuaje. Los centros tendrán la obligación de dar detalles sobre técnicas, materiales y riesgo asociado para que el cliente dé su consentimiento informado.

Éstas son algunas de las novedades que prevé la modificación del decreto regulador de los centros de piercing, tatuajes y micropigmentación (una especie de maquillaje permanente) que actualiza el vigente, que data del año 2001. Catalunya se equipara así a los requisitos que ya contemplan otras comunidades, como Madrid. El decreto entrará en vigor antes de verano.

La normativa también pretende restringir los piercing en lugares con un riesgo de infección. Expertos que han elaborado la primera guía higiénico-sanitaria para profesionales del sector alertaron ayer del peligro que supone agujerearse el cartílago de la oreja o los genitales, porque se aumenta el riesgo de infecciones, que, por lo general, afecta al 10 ó 20% de las intervenciones.

Los profesionales del centro tendrán sólo la «obligación moral» de desaconsejar el piercing, pero en última instancia será el cliente el que decida. Eso sí, las pistolas para perforar sólo se usarán para el lóbulo, no para el cartílago.

Más infecciones por vía sexual

La moda de lucir un piercing o un tatuaje no tiene freno y va a más. Los expertos admitieron ayer su preocupación ante el aumento de enfermedades de transmisión sexual a través de los anillos en los genitales por la dificultad al ponerse el preservativo.

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