Los 40 Centros de Atención a las Drogodependencias de Baleares atienden anualmente a 5.000 personas afectados por adicciones, tanto las denominadas psicológicas, como a las sustancias, exceptuando el tabaquismo, que se realiza desde la Atención Primaria de Salud.

Así lo ha dado a conocer en Madrid la directora general de Salud Pública, Margalida Buades, con motivo de la celebración del 25 aniversario del Plan Nacional sobre Drogas, que surgió como una iniciativa gubernamental destinada a coordinar e impulsar las políticas que, en materia de drogas se llevan a cabo en el Estado Español desde las diferentes Administraciones Públicas y entidades sociales.

Buades ha recordado que, en la actualidad, existen en las islas unos 40 dispositivos de atención a las personas con problemas de adicciones y drogodependencias, entre los que ha destacado la prevalencia de pacientes atendidos en los diferentes Centros ambulatorios de Atención a las Drogodependencias (CAD's) repartidos por el territorio de todas las islas y las diferentes comunidades terapéuticas que permiten a las personas que lo necesitan realizar los procesos de tratamiento de tipo residencial, así como las unidades de desintoxicación hospitalaria "tan necesarias para estos tipos de problemáticas".

Asimismo, ha recordado que los programas que se llevan a cabo desde diferentes entidades no lucrativas, asociaciones y fundaciones que, con sus dispositivos tanto de tratamiento de las adicciones, como de otras drogodependencias, de reducción de los daños y de prevención apoyan y completan las actuaciones que se realizan desde las diferentes instituciones públicas.

Buades ha recordado que en la década de los 80, en Baleares se contabilizaban unos 10 recursos dedicados al abordaje de la problemática de las drogodependencias, muchos de ellos relacionados con entidades no lucrativas muy relacionadas con la iglesia.

"Por suerte, esta situación fue mejorando lentamente", ha resaltado, al tiempo que ha aseverado que el consumo de drogas y el abuso del alcohol son un "importante problema" de salud pública, ya que los riesgos que se derivan de su consumo "van más allá de la intoxicación y de la dependencia que generan".

Por otro lado, ha rememorado que durante los años 80 y 90, fue el "estallido" de lo que socialmente se denominó 'la epidemia del consumo de la heroína' en España, fenómeno que supuso un "notable aumento de la mortalidad entre la población joven, una alta demanda de asistencia sanitaria y mucha problemática relacionada con la inseguridad ciudadana".

Así, Buades ha indicado que esta situación creó una "alarma social tan grande que se empezó a percibir la drogodependencia como uno de los tres problemas sociales más graves junto con el paro y el terrorismo y esto "vino agravado por la rápida expansión de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)".

Tratamiento en metadona

En cuanto a Baleares, ha remarcado que la 'epidemia' fue muy importante y tuvo "graves consecuencias a todos los niveles, dado que fue necesario demasiado tiempo para empezar a dar las respuestas necesarias, sobre todo, los programas de tratamiento en metadona ante la gravedad que presentaba la problemática del consumo de drogas en todas las islas y la alta incidencia de la infección por VIH".

Buades ha subrayado que el salto cualitativo en el archipiélago en lo referente al tema de las drogodependencias, se produjo con la aprobación de la ley 4/2005 de 29 de abril sobre Drogodependencias y otras adicciones y el posterior Plan de Actuación en Drogodependencias y Adicciones de las Islas Baleares (2007-2011), que surgió de esta norma autonómica para "armonizar e integrar las diferentes entidades, tanto públicas, como privadas que trabajan en este ámbito.

"Aún cuando queda mucho camino por hacer y muchas necesidades por cubrir todavía respecto de la problemática de las drogodependencias en Baleares", ha sostenido, a la vez que ha asegurado que entre los retos que existen en estos momentos, destaca "la ordenación y establecimiento de criterios homogéneos para la consolidación de la Red de Atención a las Drogodependencias en las islas".

Otros de los retos, según ha añadido, son "la incorporación de los dispositivos de tratamiento gestionados por diferentes instituciones en la Conselleria de Salud; fomentar los sistemas de información y la creación del observatorio de drogodependencias; aumentar la difusión de las diferentes actuaciones que se realizan en Baleares, tanto en los ámbitos de prevención, como en los de tratamiento y replantear las actuaciones referentes al consumo de tabaco y alcohol desde las diferentes áreas de intervención que se desarrollan desde el PADIB".