El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha comparecido en rueda de prensa este miércoles para ofrecer sus primeras valoraciones sobre la victoria republicana en las elecciones legislativas celebradas este martes, las cuales han supuesto un gran varapalo para el líder estadounidense, que ve como a partir de ahora los republicanos tienen la llave para devaluar sus reformas.

"Demócratas y republicanos debemos estar orgullosos de pertenecer a un partido, pero más de pertenecer a este país", ha dicho Obama en un mensaje directo a los opositores para que haya una constante colaboración que lleve al país a mejorar su situación económica. "Siento frustración por la situación económica. Hemos avanzado, pero no lo suficiente. Debemos tener una economía que crezca y que genere empleo", comentó.

Obama dijo que esa frustación también se siente entre la población estadounidense, justificando así el resultado electoral. "La gente está profundamente frustrada con el ritmo de la economía y como presidente, acepto la responsabilidad en esto. Lo que los estadounidenses esperan de nosotros es que nos centremos en los problemas por resolver, en la economía. No cabe duda de que la principal preocupación de la gente hoy por hoy es la economía... la gente en todo el país no ve progreso", dijo.

Diálogo

"No vamos a excluir ideas, sean republicanas o demócratas. Voy a fomentar un debate honesto para afrontar los retos que tenemos", continuó diciendo Obama. Y de nuevo pidió colaboración: "Sin el apoyo republicano, va a ser difícil sacar las cosas hacia delante".

Obama se refirió a las áreas que se pueden ver afectadas por la victoria republicana. Por ejemplo, aseguró que la nueva ley energética que está impulsando en el Congreso puede salir perjudicada "porque los republicanos no están muy de acuerdo con ella". Aún así, insistió en el diálogo. "Hay cosas en las que estamos en desacuerdo, pero hablemos para sacarlas hacia delante", sentenció.

Al parecer, el presidente estadounidense telefoneó a los líderes republicanos en el Congreso, John Boehner y Mitch McConnell, para manifestarles su disposición a colaborar. Sin embargo, en su discurso de victoria, Boehner afirmó sobre Obama que "el pueblo estadounidense le ha enviado un mensaje inequívoco: cambie de rumbo".