Alega que apuñaló a su amigo en Arrecife (Lanzarote) "sólo para asustarle"

El acusado sostiene que los dos estaban ebrios

Un hombre de nacionalidad marroquí aseguró este miércoles que asestó una puñalada en el cuello a un compatriota amigo suyo durante una discusión en su vivienda en Arrecife (Lanzarote) "sólo para asustarle".

"No cogí el cuchillo para matarle, sino para darle un susto", afirmó A.K. —en situación ilegal en España, mayor de edad y sin antecedentes penales— durante el juicio celebrado en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, donde la Fiscalía reclamó 9 años de prisión para él por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa, si bien interesó que la pena de cárcel sea sustituida por la expulsión del territorio nacional.

El procesado explicó que el día 10 de octubre de 2009 los dos estaban "borrachos" y mantuvieron una discusión en la calle. Admitió que solían discutir "de vez en cuando y ese día la discusión fue a más".

Agregó que sobre las 23.28 horas se encontraba en la casa que ambos compartían y se percató de que su amigo había regresado al domicilio y que se encontraba solo en su habitación. En ese momento se originó la pelea en la que sostiene que el otro varón intentó agredirle primero.

De este modo, A.K. argumentó que se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo y fue a la habitación donde se encontraba el otro hombre, a quien propinó una puñalada en el cuello. No obstante, alegó que "no tenía intención de clavarle el cuchillo", al tiempo que manifestó que no se dio cuenta de lo que había pasado hasta que vio sangre en sus manos y empezó a "gritar para pedir ayuda".

Igualmente, negó que atacara a su compatriota por la espalda y reiteró que ambos se encontraban en estado de embriaguez.

"casi hermanos"

"Nosotros somos casi hermanos, llevábamos 20 años de amistad", recordó el acusado, en prisión provisional desde el 12 de octubre de 2009.

Por su parte, la víctima, que lleva aproximadamente un año y medio en España, manifestó que tras una "simple discusión" en la playa, regresó a la vivienda y se dispuso a hacer su maleta para abandonar el lugar.

En un momento dado, mientras "estaba de espaldas" recogiendo sus cosas, sintió "un golpe". "Yo no le vi hasta que sentí el golpe", aseveró el hombre, que añadió que "la gente" le había advertido de que el acusado le iba "a matar".

"Cuando me clavó el cuchillo la sangre me salía a ráfagas", manifestó la víctima, que indicó que A.K. "estaba siempre bebido".

Por su parte, una de las agentes del Cuerpo Nacional de Policía que instruyó las diligencias planteó que el procesado no opuso resistencia al ser detenido y estaba "ebrio". Sin embargo, otro de los agentes que intervino en los hechos señaló que A.K. "no olía a alcohol".

La Fiscalía reclamó imponer al procesado la pena de 9 años de cárcel, aunque interesó que la pena de prisión sea sustituida por la expulsión del territorio nacional. Además, planteó que A.K. indemnice a la víctima con 1.310 euros por las lesiones sufridas y 855 euros por las secuelas.

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