El Gobierno regional concederá la máxima protección patrimonial a los entornos de dos importantes edificios históricos-artísticos de la provincia de Toledo, la Colegiata del Santísimo Sacramento y el Convento de las Concepcionistas Franciscanas, actual palacio de Pedro I, ambos en la localidad de Torrijos.

En la provincia de Toledo son ya 224 los bienes declarados y 12 incoados. En cuanto a los entornos, en la actualidad, con los recién aprobados son ya 52 y 10 pendientes de declaración. Tanto la Colegiata como el Convento de las Concepcionistas Franciscanas son bienes de interés cultural, el primero desde 1931, y el segundo, desde 1981, ha informado la Junta en nota de prensa.

Por entonces, la normativa sobre protección de edificios históricos no contemplaba los entornos como espacios que necesitaran de un reconocimiento legal. Fue a partir de la Ley 16/1985 cuando se empezaron a considerar; y en estos momentos, cualquier obra que vaya a realizarse dentro de este espacio necesitará de autorización previa de la consejería competente; declarándose ilegales aquellas licencias municipales de obras que se concedan sin dicha autorización.

La conservación del patrimonio es una de las prioridades del Gobierno de Castilla-La Mancha, porque crea riqueza y empleo y asociado al turismo es una fuente de desarrollo sostenible para los pueblos de la región de un gran valor.

En este caso, se está reforzando la protección de dos monumentos que son el centro neurálgico de la localidad, ya que el Palacio de Pedro I, además de sede del Ayuntamiento es uno de los centros culturales del municipio; así como la Colegiata, cuyas portadas se atribuyen a Antón y Enrique Egas, con colaboración de Alonso de Covarrubias, y suscitan un gran interés.

El Gobierno del presidente Barreda ha hecho esta Legislatura una apuesta por potenciar la rehabilitación de nuestro patrimonio, contribuyendo a su difusión y conocimiento. De hecho, se han invertido 54.438.000 euros en políticas de protección y restauración y realizado más de un millar de intervenciones.

Dos monumentos históricos

La Colegiata de Torrijos es un edificio del siglo XVI, construido sobre una antigua mezquita. Presenta planta rectangular y tres naves de ocho tramos cubiertos por bóvedas de crucería ojival.

En el interior destaca el retablo del altar mayor, de cuatro pisos, en talla de madera policromada y estilo plateresco, atribuido a la escuela de Correa de Vivar; así como otros retablos barrocos, rococós y neoclásicos distribuidos por la Iglesia.

En cuanto al Palacio, fue mandado construir por Pedro I El Cruel, por eso lleva su nombre, que posteriormente regaló a su esposa María de Padilla, pasando después a su familia.

Posteriormente, fue totalmente transformado por don Gutierre de Cárdenas y doña Teresa Enríquez en palacio gótico-renacentista, para ser destinado, en principio, a residencia de su primogénito don Alonso; y posteriormente, en convento de monjas de la Inmaculada Concepción. Ya en la década de los noventa pasaría a ser de propiedad municipal.

Destacan del edificio sus claustros, así como el salón de plenos, con un espectacular artesonado mudéjar. El monumento, además de ser sede del Ayuntamiento, cuenta con numerosas dependencias: Policía Municipal, biblioteca, sala de exposiciones y salón de actos.

Torrijos es cuna de grandes arquitectos y escultores. Sin duda, el más ilustre de sus hijos es Alonso de Covarrubias y Leyva, figura indiscutible de la arquitectura y escultura del primer Renacimiento. Pero también Sebastián de Almonacid; los Egas, y de Juan Guas (casado con la torrijeña doña Marina Álvarez); artistas que trabajaron en las obras más importantes que se llevaron a cabo en la localidad.