El consejero de Medio Ambiente de Aragón comprueba en Cabárceno la mejoría del oso que fue trasladado desde Zaragoza

El animal, incautado por el Seprona en la capital aragonesa, ingresó en el parque en junio pesando 3,7 kilos y ya alcanza los 30
Oso Cabárceno
Oso Cabárceno
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Oso Cabárceno

El consejero de Medio Ambiente de Aragón, Alfredo Boné, acompañado de su homólogo cántabro, Francisco Martín, ha visitado en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno al oso 'Aragón', que en junio de este año, y en un mal estado de salud, se incorporó al Parque para intentar su recuperación tras ser incautado por el Seprona de Zaragoza.

El Gobierno de Aragón confió en Cabárceno "por las garantías que ofrece, tanto en instalaciones como en experiencia sobre el cuidado de animales", según comentó el mismo Boné, quien acompañó al animal en su viaje. Ayer, jueves, el consejero aragonés mostró su satisfacción por la mejoría y la adaptación de "este símbolo de amistad entre las dos comunidades autónomas".

El veterinario jefe del Parque de Cabárceno, Santiago Borragán, explicó a los consejeros la evolución del oso que pesaba 3,7 kilos cuando vino a Cantabria y ahora ha alcanzado un peso de 30 kilos.

Tras prestarle los primeros auxilios en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, la cría de oso, que se encontraba en mal estado, se trasladó a Cabárceno, donde el Parque cuenta con un centro de recuperación de animales y una reserva de 70 osos que actúan en libertad sobre un recinto de 35 hectáreas.

Desventuras de un osezno

La Guardia Civil encontró a principios del pasado mes de junio al osezno, al parecer procedente de Centroeuropa, en el interior de un turismo de alta gama que circulaba cerca de Zaragoza, y en el que viajaban dos ciudadanos rumanos que no pudieron acreditar su tenencia legal.

El osezno probablemente fue separado de su madre una o dos semanas antes de su incautación, con el consiguiente choque traumático para el animal, y recibió cuidados especiales ante la desnutrición y deshidratación, en buena parte debido al estrés acumulado por su cautiverio. Además, presentaba pequeñas heridas en las patas causadas probablemente por sus propias mordeduras o durante la captura.

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