La junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado este jueves, de forma inicial, el 'Plan Especial de Protección del Sector 6 del Conjunto Histórico de Sevilla: Real Alcázar', promovido por el Patronato de los Reales Alcázares y redactado por los arquitectos Rafael Bermudo y Vicente Llanos para catalogar los activos patrimoniales de este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad y de todo su entorno urbano. Este documento de aprobación inicial establece para el barrio de Santa Cruz y su área inmediata de influencia, los diferentes grados de protección que habrán de regir para cada alineación o inmueble y las intervenciones admitidas en cada inmueble.

El documento en cuestión ejerce su influencia sobre un entramado urbano que comprende al norte hasta la plaza del Triunfo, la calle Joaquín Romero Murube y la Plaza de Alfaro; al este hasta la calle Mariscal, al sur hasta la avenida de Menéndez y Pelayo, la antigua Pasarela y la calle San Fernando, y al oeste hasta la calles San Gregorio, Mariana de Pineda, Deán de Miranda y la Plaza de la Contratación. En el corazón de todo este entorno, los Reales Alcázares, un recinto palaciego levantado a partir de una antigua fortificación almohade que alberga estancias islámicas, mudéjares y góticas.

El texto contiene un catálogo exhaustivo en cuanto a los activos patrimoniales que pueblan el barrio de Santa Cruz y los aledaños de los Reales Alcázares, además de interpretaciones arqueológicas y propuestas encaminadas a posibilitar excavaciones que recuperen el legado histórico que guarda el subsuelo de la zona, como había señalado a Europa Press el arquitecto Vicente Llanos cuando aún estaba en fase de elaboración el documento de avance de este plan especial de protección.

El objetivo del plan, de cualquier forma, es delimitar con exactitud, dentro de la trama urbana del histórico barrio de Santa Cruz, el recinto primigenio del Real Alcázar, identificando así las aproximadamente 90 fincas concretas afectadas por la protección de Bien de Interés Cultural (BIC) y las condiciones que pesan sobre cada una de ellas. Según el arqueólogo del Real Alcázar, Miguel Ángel Tabales, el plan prevé distintos niveles de catalogación, desde la A hasta la D, para las edificaciones anexas, así como la concreción de protección de grado máximo a nivel tres en el ámbito arqueológico.

Propuestas del documento

El documento de aprobación inicial, así, plantea una sectorización arqueológica con propuestas concretas de intervención, estudio y recuperación de espacios dentro del Real Alcázar, como son el Jardín del Crucero y el Patio de la Contratación; la mejora urbana con el derribo y nueva construcción de edificios en la calle Deán Miranda y la guardería de los Jardines de Murillo, que se convertirá en un centro de recepción de visitantes; y la recuperación de determinadas edificaciones dentro del Patio de Banderas para su uso público.

Durante el periodo de exposición pública, una particular ha solicitado que se mantuviera el centro docente 'María Inmaculada', en los Jardines de Murillo. Esta opción se ha rechazado porque el Real Alcázar utilizará este espacio para construir un nuevo centro de recepción de visitantes, si bien antes habrá de ser localizada una nueva ubicación en el entorno para el centro docente.

Por su parte, la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) había presentado una alegación global a todo el documento, que no se ha tenido en cuenta ya que el plan especial promueve y recoge la protección del Real Alcázar y su entorno y su redacción potencia este BIC desde el punto de vista urbanístico y patrimonial.