[Crónica de San Sebastián 2012] "¡La alegría ya viene!"

Sol en San Sebastián y buenas películas en las salas. El tiempo y el buen cine nos están respetando. ¿Cómo no vamos a estar contentos? Por IRENE CRESPO
[Crónica de San Sebastián 2012] "¡La alegría ya viene!"
[Crónica de San Sebastián 2012] "¡La alegría ya viene!"
[Crónica de San Sebastián 2012] "¡La alegría ya viene!"

"¡Chile, la alegría ya viene! ¡Chile, la alegría ya viene!". Este optimisita y revolucionario eslogan aún resuena en nuestras cabezas desde ayer. En todos los que pudimos ver No, de Pablo Larraín. Proyectada en Perlas de Zabaltegi cuenta la historia de la campaña publicitaria para el plebiscito de Pinochet en 1988. A un lado, un joven y creativo publicista a favor del No; al otro la campaña carca, rancia y manipuladora del Sí. Divertida y emocionante, de pelos de punta, cuando después de tanto esfuerzo y amenazas el No ganó y la alegría llegó.

La misma que nos dio al ver ayer la última película de François Ozon, Dans la maison (En la casa), proyetada en Sección Oficial y que, desde ya y junto a Blancanieves, suena con fuerza en el palmarés. Algo debería llevarse esta historia metaliteraria, que juega con la realidad, la imaginación, un perverso y sarcástico profesor de literatura (genial Fabrice Lucchini) que hace de todo para continuar leyendo los peligrosos textos de un alumno con sueños de escritor y sobre todo de seductor de toda mujer adulta que le rodea. Mal ojo no tiene el chaval, Emmanuelle Seigner y Kristin Scott Thomas cierran el reparto de esta película basada en una obra del español Juan Mayorga, una película que cuando la vea Woody Allen se dará cabezados contra la pared por no haberla adaptado él antes.

Otra que nos hizo comernos la cabeza sobre qué era real y qué no, sobre la verosimilitud de lo que veíamos en la pantalla fue The Imposter, el documental de Bart Layton, otra genial Perla de Zabaltegi este año que cuenta la historia de un chaval francés que convenció a una familia de que era su hijo desaparecido años atrás. Lo mejor del documental es el giro inesperado que da y el tono de thriller y suspense que le habría encantado a Hitchcock. Éste sí que era un crimen perfecto.

Menos entusiasmo, de momento, han levantado las películas de Sección Oficial de hoy: El artista y la modelo, de Fernando Trueba y Foxfire, de Laurent Cantet. La primera es la película que Trueba llevaba madurando (y nunca mejor dicho) casi toda su vida, en la que más se ha volcado a él mismo, por eso está hecha en francés (su idioma, dice) y en blanco y negro (como su cine favorito, el de Renoir). La película que empezó con Azcona, quiso hacer con Fernando Fernán Gómez y finalmente ha escrito con Jean-Claude Carrière y protagonizan Jean Rochefort, Aida Folch, Claudia Cardinale y Chus Lampreave. Una historia nacida del cuadro de Picasso (El pintor y la modelo), de las fotos en los talleres de Brassaï, de su amor al arte, a la creación, a la búsqueda de la belleza, una historia de dos personajes que se miran, se buscan y acaban entendiéndose en ese espacio donde nace el arte.

Una tranquilidad, la del taller, que no conocen las chicas de Foxfire, de Cantet. La última película del francés adapta la obra de Joyce Carol Oates (que ya llevó al cine, en una versión contemporánea, Angelina Jolie) sobre un grupo de chicas en los años 50 que se toman la justicia por su mano, y se vengan de todos los hombres que alguna vez han abusado de ellas o siquiera lo han intentado. Fallida, muy larga y sin buen pulso para mantener la tensión o contar una historia con una buena premisa. El sentimiento que más consigue es el de acabar irritado por estas chicas, especialemente, su protagonista y su actitud a priori sin rumbo.

Por cierto, ¿qué pasa este año con las voces en off? Por si no era bastante la road movie narrada de principio a fin de Rebollo en El muerto y ser feliz...

De todas formas, el trending topic en San Sebastián sigue siendo el pelo de geyperman que lleva John Travolta, Premio Donostia ayer, junto a Oliver Stone, que presentaron la lisérgica, loca y enervante Savages (Salvajes), a la que muy bien le habría venido un Heisenberg (Bryan Cranston en Breaking Bad) para poner algo de cordura y sentido común.

Crónica Día 1.

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