Gobierno e izquierda abertzale allanan el terreno para lograr la desaparición de ETA

  • Los últimos movimientos de Batasuna y el nombramiento de Ramón Jáuregui como ministro de la Presidencia, factores clave.
  • Ejecutivo y oposición intentarán con la reforma de la Ley Electoral que la izquierda abertzale no se presente en los comicios de 2011.
  • La banda no ha vuelto a hablar tras los comunicados de septiembre, aunque sigue con su campaña de extorsión a los empresarios.
De la Vega, Rubalcaba y Jaúregui durante el traspaso de carteras tras la remodelación del Gobierno.
De la Vega, Rubalcaba y Jaúregui durante el traspaso de carteras tras la remodelación del Gobierno.
EP
De la Vega, Rubalcaba y Jaúregui durante el traspaso de carteras tras la remodelación del Gobierno.
"Algo se mueve" en la izquierda abertzale. Unos cuantos pronuncian últimamente en voz alta estas palabras, pero otros tantos ya lo venían haciendo, en voz baja, incluso antes de que veinte figuras internacionales, con el mediador sudafricano Brian Currin como cabeza visible, hicieran pública la Declaración de Bruselas el pasado mes de marzo: una llamada para que, de una vez, ETA declarara un alto el fuego "permanente y verificable".

Desde entonces se han sucedido pronunciamientos de partidos, asociaciones, sindicatos y de la propia banda. Y desde entonces son muchos los que se afanan en señalar que el terrorismo en nuestro país podría tener los días contados.

La última semana ha dado bastantes titulares al respecto. Con los antecedentes de dos comunicados de ETA -ambos el mes pasado-, poniendo sobre la mesa una tregua, y los movimientos de la izquierda abertzale, cuyo último paso ha sido hace pocas semanas la Declaración de Gernika, el Gobierno ha dado un golpe de efecto colocando a Ramón Jáuregui como ministro de la Presidencia.

El vasco fue vicelehendakari con Ardanza entre 1987 y 1991 y su perfil dialogante podría ser un valor añadido para la estrategia que, a partir de ahora, se podría poner en marcha desde Madrid con el objetivo de dar carpetazo, quizá a medio plazo, al conflicto. Patxi Zabaleta, dirigente de la formación Aralar, por ejemplo, ve en el nombramiento "un cambio de actitud" de los socialistas, ya que Jáuregui "es una persona que conoce perfectamente la situación política de Euskal Herria y aporta garantías". El aplauso, aunque no unánime, ha sido notable.

"Las armas deben desaparecer"

Por otro lado, una entrevista realizada por El País a Arnaldo Otegi -en la cárcel desde 2009- en la que el líder de la antigua Batasuna se desmarca, a su manera, de la violencia, ha remarcado aún más, si cabe, la postura abertzale. "Las armas, todas las armas, deben desaparecer definitivamente de la ecuación política vasca", remarcaba el dirigente, que advirtió de que ante un hipotético atentado de ETA -a la que reclama un alto el fuego "unilateral, permanente y verificable" -, la izquierda abertzale "se opondría a tales hechos".

<p>Patxi López - 250</p>A su publicación le ha seguido una supuesta petición de Batasuna a ETA para que cese de forma "unilateral e incondicional" la lucha armada. Y después, decenas de reacciones  políticas dando por hecho que algo se cuece en el ambiente. Nadie pone plazos al fin de la violencia –según Patxi López "la pesadilla está terminando"; según Iñigo Urkullu (PNV), Zapatero es "consciente" de que "hay un espacio de oportunidad" para la paz- , aunque diciembre es un mes de referencia en casi todos los discursos para que, al menos, los herederos de Batasuna  se aventuren a exponer pública y conjuntamente su rechazo frontal a la banda terrorista.

Ya se han puesto en marcha. La Declaración de Gernika, suscrita en un acto el 25 de septiembre, entre otros, por Rufi Etxeberria (izquierda abertzale), Peio Urizar (EA), Patxi Zabaleta (Aralar), Joseba Garai (AB) y Oskar Matute (Alternatiba) para impulsar "un escenario de paz y soluciones democráticas", es heredero del pacto firmado entre EA y la izquierda abertzale que se materializó en junio y después en septiembre en el documento Acuerdo sobre las condiciones mínimas y suficientes para el desarrollo del proceso democrático.

Pero también lo es de la Declaración Zutik Euskal Herria (Euskadi en pie) de febrero, en la que, tras un debate interno de asunción de los principios Mitchell de Irlanda del Norte, se apostaba por la vía política desechando cualquier método violento. La "velocidad" que ha cogido la izquierda abertzale en este sentido es vista por algunos, como el director del periódico Berria, Martxelo Otamendi, como un indicio de que ETA podría abandonar la lucha armada antes de un año.

"Final con contradicciones"

Según El diario vasco, de hecho, los mediadores internacionales de la Declaración de Bruselas esperan una declaración "antes de Navidad". El Gobierno, sin embargo y a excepción de algunas y salpicadas muestras contenidas de optimismo -Trinidad Jiménez, nueva ministra de Exteriores, en su primera comparecencia parlamentaria como responsable de la nueva cartera ha afirmado que "el final de ETA está próximo"-, se ha encargado, en un alarde de cautela, de rebajar las expectativas oficialmente.

Y lo ha hecho por boca de Jáuregui -"No será un the end que diga se acabó (…) será un final plagado de contradicciones"-; de la Fiscalía y el Ministerio de Justicia –que no ven "novedad alguna" en el llamamiento de Batasuna a ETA-; y de Rubalcaba y Zapatero, que han insistido en que la política antiterrorista no va a sufrir variaciones. Desde que ETA anunciara el cese de "acciones armadas ofensivas", las Fuerzas de Seguridad han detenido a 33 personas por su presunta relación con la banda terrorista; las últimas, de Segi.

<p>El presidente del PP, Mariano Rajoy, conversa con Soraya Sáenz en el Congreso - 250</p>ETA hizo públicos dos comunicados en septiembre, los días 5 y 18, en los que afirmaba que hacía "meses" que tenía tomada la decisión de no atentar de forma "ofensiva" e instaba a la comunidad internacional a participar en el proceso de resolución del "conflicto vasco", mostrando su disposición a "estudiar juntos los pasos que necesita el proceso democrático". Desde entonces ha guardado silencio, pero sí ha continuado, por ejemplo, con el envío de cartas de extorsión a empresarios, el "único núcleo" que quedaría de su actividad, según Jáuregui, y un aviso para que el Ejecutivo, opina Soraya Sáez de Santamaría (PP), se dé cuenta de que "el único hecho con relevancia es la disolución de la banda terrorista ETA".

Los populares, desde el País Vasco, también dan signos de cambio en su postura y han pedido que se ponga a ETA en "cuarentena democrática" para ver si es cierto que apuestan por el estado democrático: Antonio Basagoiti cree que en siete meses -"en mayo"- se debería "poder acabar con esta lacra" y ha pedido al Gobierno, en relación a las elecciones autonómicas y municipales de 2011, que haga lo posible para que ETA no esté en las instituciones porque sólo así estará "acabada".

Reforma de la Ley Electoral

Hay que pensar en tiempos de legislatura, ya que la izquierda abertzale ve perfectamente en los comicios una vuelta a los parlamentos. "Puede darse la circunstancia" de que estén esbozados ya, ha insinuado Urkullu, los "estatutos de una nueva formación", extremo que ha confirmado en las últimas horas el representante de la abertzale Txelui Moreno: están trabajando para ser "legales".

Por el momento, la modificación de la Ley Electoral, que se está tramitando en el Parlamento y cocinando, sobre todo, entre Gobierno y PP, aún deja un hueco para ello: si la izquierda aberztale concurriera a los comicios a través de la figura jurídica de las llamadas Agrupaciones Electorales y evita, según Europa Press, respaldar las candidaturas hasta diez días antes de su celebración, tendría una posibilidad. Lo que se ha hecho hasta ahora es ampliar el plazo para recurrir las listas, posibilitar la anulación de las candidaturas contaminadas y revocar con la fórmula de "incompatibilidad sobrevenida" los cargos electos de un partido si éste es ilegalizado.

No obstante, al margen de tecnicismos, hay quien sí ha dejado la puerta medio abierta a las listas abertzales: el ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que si cumplen la Ley de Partidos y condenan el terrorismo "podrán participar". Zapatero, por su parte, decía hace unos días -lo que le costó bastantes críticas- que los recientes "pasos de Batasuna no van a ser en balde".

De hecho, este miércoles, la agencia Europa Press publicó una información en la que se afirmaba que miembros de Gobierno ya habían trasladado de manera reservada a dirigentes de algunos partidos políticos que las informaciones que tiene apuntaban a que en las próximas semanas la organización terrorista podría anunciar pasos hacia el final. Sin embargo, fuentes del Gobierno consultadas por 20 minutos han desmentido esa información

Por último, no hay que olvidarse de que, esta misma semana, se ha celebrado en la Audiencia Nacional el juicio –que ya ha quedado visto para sentencia- a 20 miembros de la asamblea de electos de Batasuna, Udalbiltza-Kursaal, acusados de integración en banda armada; los procesados han pedido al tribunal que "no cierre las puertas a los horizontes de paz" en el País Vasco. El fallo de este caso será un elemento más a tener en cuenta en el proceso que ya ha comenzado.

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