Todo el mundo quiere hacer el agosto con Mozart

En este año de conmemoraciones, Mozart ha desbordado el mundo de los melómanos para convertirse en un fenómeno de la mercadotecnia. Su peluca empolvada en un cebo recurrente en tiendas de Viena y Salzburgo.

"Mozart se encuentra entre las 50 mayores marcas del mundo", asegura Arthur Oberascher, director de la oficina dedicada a promocionar la imagen del país en el exterior, quien estima que el precio de la imagen de marca de Mozart es de unos 5.000 millones de euros.

No hay límites con tal de aflojar unos euros de los bolsillos de los consumidores. "Mozart conquista el frigorífico", asegura la publicidad de los yogures "postres lácteos Mozart", que garantizan estar hechos con la mejor leche de Salzburgo, la ciudad natal del genio.

La cervecería de Salzburgo Stiegl ha lanzado al mercado una nueva cerveza bautizada como Mozart, mientras los viñedos de la casa Stegschandl embotellarán parte de su cosecha con el nombre estampado del creador de "Las bodas de Fígaro".

Algunos comerciantes han caído incluso en un rapto creativo para dar forma a sus productos, como es el caso del carnicero Stefan Fuchs que asegura que se le apareció en un sueño la receta de su embutido Mozart con forma de violín y de 450 gramos de peso: "Me levanté en medio de la noche y escribí la receta de un tirón".

"¿Cómo que qué tiene que ver con Mozart? El embutido lleva nuez moscada y pistacho, productos que potencian la inteligencia", explica Fuchs sobre el nuevo producto, que ha vendido ya 5.000 ejemplares, y que causa furor en los supermercados.

Lo último, comercializado esta semana, son las albóndigas Mozart, de las que se asegura que son "un trozo de tradición austríaca", que reposan en la sección de congelados y esconden un corazón de chocolate líquido en una masa hecha de requesón.

Otros productos han sido rebautizados con referencias al músico, y con su efigie, mirada seria y peluca siglo XVIII, bien visible.

Además, en algunas de la mejores cafeterías de la ciudad se puede degustar la tarta Mozart, que se describe como una "sinfonía de sabores".

Estos nuevos artículos también encuentran su sitio en en Internet, donde basta consultar un par de direcciones electrónicas como Mozartland.com para darse cuenta de lo amplio del fenómeno. Allí se pueden encontrar algunas novedades como perfumes o incluso un cómic sobre la vida del genio nacido en Salzburgo.

Y por supuesto camisetas de un Mozart infantil rubio, con violín y en pose acrobática, con el nombre "Wolfie" en grandes letras, o el de su hermana, "Nannerl", o incluso, si se busca con ahínco se puede uno topar con baberos y ropa infantil.

A esto se une la presencia de jóvenes vestidos con casaca y calcetas a lo siglo XVIII y con la imprescindible peluca, que persiguen con convicción a los turistas para tratar de venderles entradas para los múltiples espectáculos de la ciudad.

Los músicos callejeros tampoco parecen escapar a la fiebre, y a cada paso se puede escuchar por el centro de Viena el soniquete de "Eine kleine Nachtmusik" con el que tratan de obtener unas monedas.

Además, el turismo es especialmente importante para Austria ya que supuso en 2005, según datos de la Cámara de Comercio Austríaca, el 9%  del Producto Interior Bruto (PIB) y generó unos 20.800 millones de euros. Durante este año Mozart, en Salzburgo y su región natal esperan un aumento de las pernoctaciones de al menos un 10%.

La oficina de turismo de la región cifra las ganancias, incluido lo que se dejen los visitantes en recuerdos, en 50 millones de euros.

Aquí se incluyen desde los tradicionales bombones con relleno de mazapán hasta las más recientes sudaderas, jarras de cerveza, agua mineral, productos lácteos, licores, toallas, lápices, calcetines, mochilas, manteles o paraguas.