La Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) celebrará el próximo viernes, en el Aula Magna, el acto de investidura como doctor honoris causa de Francisco José Ayala, uno de los más prestigiosos científicos españoles y uno de los principales expertos de todo el mundo en evolución.

University profesor de la Universidad de California, el título más alto que otorga la universidad estadounidense, Francisco José Ayala (Madrid 1934) "revolucionó la teoría de la evolución al ser pionero en la aplicación de la biología molecular a la investigación de los procesos evolutivos y es especialmente conocido por sus estudios sobre el reloj molecular", según ha destacado la UPV/EHU.

El reloj molecular es una técnica para datar la divergencia de dos especies, que deduce el tiempo pasado a partir del número de diferencias entre dos secuencias de ADN. Asimismo, Ayala descubrió el mecanismo de reproducción del agente patógeno del mal de Chagas, abriendo el camino al desarrollo de una cura efectiva de esta enfermedad endémica de Sudamérica, que afecta a entre 16 y 18 millones de personas. También ha realizado averiguaciones "clave" sobre el origen en simios de la malaria, ha indicado la UPV/EHU.

Asesor científico del presidente Clinton desde 1994 hasta 2001, recibió ese último año de manos de George Bush la Medalla Nacional de Ciencias. El pasado mes de marzo fue galardonado con el Templeton, el premio científico anual con mayor valor económico del mundo, dotado con más de un millón de euros. Ex presidente de la más importante asociación científica, la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, lleva más de 30 años "haciendo frente al creacionismo y llamando la atención sobre el daño que hace tanto a la ciencia como a la religión mezclar ambas", ha señalado universidad pública vasca.

En esta faceta es autor de libros de divulgación como 'Darwin y el diseño inteligente: creacionismo, cristianismo y evolución', en el que denuncia las "falacias" del creacionismo. Frente a los integristas religiosos, Ayala afirma que "querer ver ciencia en el relato del Génesis es una blasfemia".