Wikileaks desvela que EE UU permitió torturas y abusos continuos a iraquíes

  • Hasta 100.000 iraquíes han muerto en la guerra, según Wikileaks.
  • De ellos, unos 70.000 eran civiles.
  • Wikileaks ha filtrado cerca de 400.000 documentos.
  • Medios como 'The Guardian' incluyen el 'mapa de las muertes en Irak'.

La masiva filtración de documentos del Pentágono a través de Wikileaks revela que desde la invasión estadounidense de Irak, en 2003, han fallecido más de 100.000 iraquíes, de los que unos 70.000 fueron civiles (The Guardian ofrecen un mapa detallado con todos los puntos donde se han producido estas muertes).

Así consta en los 391.000 documentos que han comenzado a publicar este viernes diarios de todo el mundo y que han sido facilitados por Wikileaks, la polémica organización que en julio pasado publicó 92.000 informes secretos de las Fuerzas Armadas de EE UU sobre Afganistán.

Hasta ahora, ni el Gobierno de EE UU ni las fuerzas aliadas han facilitado un número oficial de las víctimas iraquíes que ha ocasionado el conflicto, con el argumento de que no se llevaba una contabilidad al respecto. Sin embargo, los documentos del Pentágono a los que ha tenido acceso la organización da cuenta, por ejemplo, de la muerte de 109.032 personas entre 2004 y 2009, de los que más de la mitad, 66.081, eran civiles.

Mapa muerte de Irak filtradas por WikileaksA estos se suman otras 15.000 muertes que habían sido contadas previamente.

Las fuerzas de EE UU sabían, pero no investigaron, casos de abusos y torturas perpetrados por soldados y policías iraquíes contra presos, según los documentos, que apuntan a que prácticas como palizas, latigazos o quemaduras con cigarrillos distaban de ser una excepción en las cárceles bajo jurisdicción de las autoridades iraquíes y aunque las fuerzas de EE UU investigaron algunos casos, la mayoría parecen haber recibido caso omiso.

The New York Times indica que los documentos incluyen referencias a la muerte de al menos seis presos bajo custodia iraquí. En centenares de informes se citan latigazos, quemaduras y palizas, y en un caso en particular los soldados estadounidenses apuntan sus sospechas de que los soldados iraquíes cortaron los dedos y quemaron con ácido a uno de los presos.

Otros dos casos revelan la ejecución de dos prisioneros maniatados.

No tomaron medidas

Un portavoz del Pentágono citado por el diario asegura que la política estadounidense "está, y siempre ha estado, en línea con las prácticas y el Derecho internacionales", que obligan a informar de posibles abusos. Si fueron perpetrados por iraquíes, corresponde a las fuerzas iraquíes investigarlo, según el portavoz.

En los casos en los que las tropas estadounidenses comprobaron la existencia de abusos y los denunciaron, en la mayoría de las ocasiones los iraquíes no tomaron medidas.

En alguna ocasión, un jefe de Policía indicó su conformidad con las torturas "con tal de que no dejaran marcas" y en otro caso, otro oficial describió los abusos como "un método para desarrollar investigaciones".

Uno de los informes describe cómo un detenido presenta "marcas en forma de bota por toda la espalda", y otro enumera hemorragia ocular, sangrado por nariz y oídos, visión borrosa y marcas en la espalda y las extremidades. En otros se aluden a latigazos en los pies y la presencia de cardenales producidos por mangueras o cables eléctricos.

Algunos informes dejan claro que los soldados estadounidenses cuando sospechan la posibilidad de torturas interrumpen esas prácticas y confiscan los materiales con los que supuestamente se perpetran.

Jornadas sangrientas

En los documentos hay narraciones de jornadas sangrientas, como el 31 de agosto de 2005, cuando murieron más de 950 personas en una estampida en un puente de Bagdad, o el 14 de agosto de 2007, cuando un camión bomba mató a más de 500 personas en una zona rural lindando con Siria. El mes más mortífero fue diciembre de 2006, cuando fallecieron 2.566 iraquíes.

La mayor parte de las muertes, cerca de 30.000, se produjeron a consecuencia de las minas colocadas por los insurgentes a lo largo del territorio del país.

Pero los documentos también revelan situaciones lamentables en que las tropas estadounidenses, por error, accidente o precipitación, mataron a civiles inocentes. Estas circunstancias, más habituales en los primeros compases de la guerra, fueron fundamentales para crear un fuerte sentimiento en contra de la presencia estadounidense en el país árabe.

Los papeles narran al menos cuatro casos de tiroteos mortales cometidos desde helicópteros. En uno de los casos se disparó contra civiles aunque las víctimas estaban dando claros signos de rendición. "Aun así son objetivos válidos", rezan los documentos.

También hubo signos de precipitación letales en los puntos de control que establecían las tropas estadounidenses. Se cuenta el caso de un marine que, ante el reflejo del sol en el parabrisas de un coche que no aminoró la marcha, acabó disparando. A consecuencia, murió una madre y resultaron heridas sus tres hijas y su marido.

En otras ocasiones, los soldados dejaron malheridos a iraquíes que no entendían los signos realizados con las linternas. En una de las ocasiones, un francotirador disparó contra un civil vestido con chándal, para más tarde descubrir que era uno de los traductores de las tropas estadounidenses.

Pese a estas narraciones, el recuento de iraquíes fallecidos está elaborado de manera precipitada y a veces imprecisa, como muestra el hecho de que durante la violenta toma de control de Falluja, en 2004, no hay contabilizada la muerte de ningún civil. Sin embargo, la organización Iraq Body Count, con sede en Londres y que ha hecho un seguimiento de los civiles muertos durante estos años, afirma que hubo cerca de 1.300, entre ellos medio centenar de doctores y pacientes de un centro hospitalario.

Adelanto de 'Al Yazira'

La cadena de televisión Al Yazira adelantó este viernes algunos datos de los documentos, como que tras la guerra se produjeron "numerosos casos de tortura, humillación y homicidios contra civiles por parte de las fuerzas iraquíes". También registran "más casos de víctimas civiles de (la antigua empresa de seguridad) Blackwater".

También revelan que supuestamente hay informes estadounidenses que implican al primer ministro iraquí en funciones, Nuri al Maliki, en ordenar la formación "de equipos encargados de perpetrar torturas y matanzas".

Otras filtraciones

El pasado julio, la organización filtró cerca de 90.000 informes militares sobre las actuaciones estadounidenses en Afganistán que recogían operaciones encubiertas y muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente.

Un mes después, Wikileaks filtró un memorando interno de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de febrero, en el que advertía del impacto que supondría que Estados Unidos fuera visto en el exterior como un país "exportador de terrorismo".

En un principio los nuevos documentos se iban a dar a conocer este sábado y, ante la inminente filtración, el Pentágono alertó de que su publicación puede poner en peligro "a nuestra gente o a nuestros equipos".

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