El alcalde de Guadix (Granada), Santiago Pérez López, y el concejal de Seguridad del consistorio accitano, José Antonio González Alcalá, han estado presentes en el inicio de los trabajos de demolición y limpieza de los dos inmuebles afectados por el derrumbe ocurrido hace unos días en la calle Ibáñez.

Las características del casco histórico y de los propios inmuebles afectados hacen que la demolición deba de realizarse de forma manual, por lo que es difícil acotar un plazo exacto de finalización de los trabajos. Así lo ha explicado esta mañana el propio alcalde accitano, quien ha manifestado no obstante que se espera que puedan estar concluidos en un plazo de algo más de una semana.

Según ha explicado Pérez López, este jueves se adjudicó por un importe de 15.000 euros la actuación a la empresa que ya ha iniciado los trabajos y, dada la urgencia de la situación, se acordó iniciar la demolición total del edificio declarado en ruina y la parcial del edificio anexo afectado por el derrumbe este mismo viernes. Todo ello tras haberse diseñado el pertinente plan de seguridad y con la supervisión de los servicios técnicos municipales. El alcalde ha recordado que este mismo lunes recibió de manos del delegado de Cultura el decreto de demolición y que, desde entonces, se han realizado todos los trámites pertinentes para poder iniciar esta actuación.

"Debo decir que estamos satisfechos, porque lo fundamental es dar una respuesta a los vecinos y creo que más celeridad y más compromiso por parte del Ayuntamiento es difícil", ha admitido el primer edil, quien ha agradecido además del trabajo de los servicios técnicos municipales, del área de Urbanismo, de los Bomberos, de la Policía Local y de todos los profesionales implicados en el proceso desde la primera incidencia detectada en la calle Ibáñez.

Por su parte, el arquitecto municipal, Francisco Raya, encargado de supervisar los trabajos iniciados este viernes, ha reiterado la dificultad de acotar en el tiempo un plazo para la finalización de los mismos dada la necesidad de hacerlos manualmente. "Para hacer un diagnóstico de la situación real de esta calle hace falta esta demolición previa", ha indicado.

Así, una vez estén concluidos los trabajos se podrá hacer un diagnóstico de la parte de la calle en la que se localizó el escape de agua para determinar qué motivó los movimientos del subsuelo y "ver si hay otros elementos afectados en los que haya que proceder a la demolición, aunque por los signos externos parece que no va a ser necesario", ha explicado.