Sus reivindicaciones son claras: quieren que den marcha atrás en esta ley. Si no la huelga seguirá adelante y sus repercusiones las notarán unos 5.000 alumnos vallisoletanos, los de Empresariales, la Politécnica y Educación, sobre todo.

En esos días, los que estén en huelga no acudirán a los exámenes. Esto supondrá que otros docentes tengan que sustituirlos para cuidar las pruebas o que algunas asignaturas impartidas totalmente por ellos, cuatro o cinco, según Salvador Insúa, cuenten con problemas para realizar sus exámenes.

Quiénes son

Están en el último escalafón del funcionariado de la universidad. No tienen el doctorado y cobran 3.000 euros menos al año que los titulares de otras facultades con una carga docente un 50% mayor. El borrador de la ley los obliga a tener el doctorado y un sexenio de investigación para poder optar a otro puesto cuando el suyo desaparezca.

Sector reivindicativo

No es la primera vez que este grupo de profesores va a la huelga. En 2003 también lanzaron un órdago a la Consejería de Educación durante los exámenes finales de junio para reivindicar un sueldo digno y acorde con sus funciones. En aquellas fechas no hubo ningún problema a la hora de realizar los exámenes, gracias a los servicios mínimos establecidos.