Las temperaturas aumentarán en Cantabria una media de tres grados a final de siglo, un ascenso que se sentirá sobre todo en las comarcas de Campoo y Liébana, y no tanto en la zona litoral. Ésta es una de las conclusiones de los escenarios regionales del cambio climático que ha elaborado un equipo de la Universidad de Cantabria por encargo de la Consejería de Medio Ambiente.

Según sus análisis, en la zona del Ebro y Liébana las temperaturas subirán entre 1 y 2 grados centígrados más de lo que aumentarán en el litoral, y esa diferencia se elevará hasta los 4 grados en verano en el caso de Campoo.

Con respecto a las precipitaciones, se confirma una disminución en toda la región en la segunda mitad del siglo, en la primera mitad, la incertidumbre es mayor que la propia señal. Los cambios podrán llegar a descensos del 20% de las lluvias en la región, con máximos de hasta del 40% en el caso del valle de Liébana.

En cuanto a la clasificación climática obtenida para finales de siglo, las previsiones indican una clara tendencia hacia un clima de tipo mediterráneo, sobre todo en el Oriente de la región, valle de Liébana y Ebro. En el litoral, por su parte, los climas de transición mediterráneo-oceánico irán desplazando progresivamente el clima Atlántico actual.

Los escenarios regionales del cambio climático han sido presentados este jueves en una jornada en la Universidad de Cantabria en la que ha participado el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, señala el Gobierno regional en nota de prensa.

Según ha explicado el titular de Medio Ambiente, el objetivo del proyecto era elaborar escenarios regionalizados de cambio climático para Cantabria a una resolución que tenga en cuenta las particularidades climáticas de la región, reduciendo las incertidumbres de los modelos globales, con el fin de que estos escenarios puedan ser utilizados por los distintos grupos de impactos para elaborar estudios detallados en distintos sectores.

Martín ha asegurado que el rigor y la investigación son las herramientas principales para convencer a los "negacionistas" sobre los peligros futuros del cambio climático.

Además, el consejero ha apelado a la responsabilidad de la actual generación con respecto a las generaciones venideras. "No podemos dejar que pasemos a la historia como la generación que conociendo los peligros y la forma de resolverlos, no hizo nada por evitarlos", ha señalado.

Datos del estudio

Esta jornada de presentación de las conclusiones y la publicación editada con el estudio se ha llevado a cabo gracias a un convenio de colaboración de Medio Ambiente con el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), centro del CSIC y la Universidad de Cantabria.

En este trabajo se han analizado datos termopluviométricos de la serie 1950-2000 en Cantabria, y series climatológicas mensuales para Santander y Reinosa en el siglo XX, obteniendo climatologías interpoladas de alta resolución que han servido para alimentar los escenarios globales de cambio climático como base de estudio, realizando posteriormente modelos regionales del clima en base a regionalización dinámica y regionalización estadística.

El estudio, liderado por el doctor José Manuel Gutierrez, ha contado con la colaboración de otros departamentos de la Universidad de Cantabria, como el Departamento de Matemática Aplicada y Ciencias de la Computación, Grupo de Investigación en Estudio y Gestión del Medio Natural, Grupo de Investigación en Geografía Histórica del Paisaje, Instituto de Hidráulica Ambiental, y la delegación en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología.

En la jornada, además de José Manuel Gutiérrez, ha estado presente el director general de Medio Ambiente, Javier García-Oliva; la directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua, Ana Isabel Ramos, y la directora del CIMA (Centro de Investigación del Medio Ambiente), Luisa Pérez.