Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Almería (IML) han revelado este jueves que la cuchillada de diez centímetros de profundidad que recibió el joven senegalés Ousmane Kote fue asestada con una "importante violencia" y han asegurado que el modo en el que se produjo la herida "no cuadra" con la versión del acusado, Juan José O.N. —alias 'El Bollo', que sostiene que la víctima se lesionó al abalanzarse contra él mientras blandía el arma de lado a lado.

En la cuarta sesión de la vista oral con jurado popular por el crimen de la barriada de Las 200 viviendas de Roquetas de Mar en septiembre de 2008, los peritos de la Fiscalía han detallado que la herida, que penetró por la axila, seccionó la arteria axilar y fracturó una costilla, tenía "dos trayectorias" y que, por tanto, "no es compatible" con el relato de 'El Bollo'.

"El arma salió, aunque no totalmente, y volvió a entrar por el mismo orificio", han concretado no sin antes precisar que el fallecido tenía el brazo "alzado y en movimiento" en el momento de la agresión, que provocó dos heridas "inciso-cortantes" superpuestas, una de ellas limitada al plano muscular.

La forense que practicó la autopsia al cuerpo sin vida de Ousmane Kote, de 28 años, ha señalado que la causa principal de la muerte fue una "hemorragia aguda" por sección de la artería axilar, a la que ha sumado la "lesión añadida de un neumotórax por dos pequeñas heridas en el pulmón izquierdo causadas probablemente por las astillas de la costilla rota". Al tiempo, ha matizado, en contra de lo que afirman los peritos de la defensa, que si bien la herida no provoca una muerte "instantánea si que la muerte inmediata al ser las lesiones muy graves".

Precisamente los peritos de la defensa, últimos en intervenir en esta sesión que dará paso este viernes al trámite de informes, han sostenido ante el jurado popular que las dos trayectorias que se aprecian en la cuchillada a Ousmane Kote se produjeron porque el arma penetró hasta topar con el humero y ahí se desvió "hacía dentro" hasta alcanzar el tórax y el tercer espacio intercostal.

"mala fortuna"

En esta línea argumental, han descrito el fallecimiento del joven senegalés como un "cúmulo de circunstancias y mala fortuna" y han aludido a varias "concausas" en el deceso. En concreto, y tras afirmar que "hubo un daño desproporcionado con la herida", han subrayado que la lesión "no era mortal de necesidad" y que la víctima estuvo "más de un cuarto de hora sangrando sin que nadie le prestara la debida atención sanitaria".

Al hilo de esto, han aseverado que los "neumotórax se curan con cierta facilidad" y han reiterado que Ousmane Kote tenía "altas probabilidades de sobrevivir si se le hubiese pinzado la arteria", una operación que han calificado de "básica y sin necesidad de mucha pericia" desde el punto de vista médico "a la vista -ha ahondado— de lo que sucede, por ejemplo, en muchas plazas de toros".

Los efectivos sanitarios del 061 que efectuaron el servicio cifraron este miércoles en 21 minutos el tiempo que tardó la ambulancia en llegar una vez les entró el servicio y minimizaron a "uno o dos minutos" la demora que provocó la acumulación de personas en la calle donde se produjo el crimen. El médico de la unidad concretó, además, que la gran cantidad de sangre que perdió "muy rápidamente" Ousmane Kote "no estaba aún coagulada", por lo que "había transcurrido poco desde la agresión".

Juan José O.N. enfrenta una petición fiscal de 12 años de cárcel como presunto autor de un delito de homicidio y el pago de una indemnización de 180.000 euros a los herederos legales de la víctima. La acusación particular solicita, por su parte, la pena de 18 años de cárcel por un delito de asesinato y el pago de una indemnización de 300.000 euros mientras que la defensa, que alega miedo insuperable y toxicomanía, considera que no hubo ánimo de matar en su patrocinado y pide un año de cárcel como presunto autor de homicidio imprudente.

El acusado relató este lunes ante el tribunal de Jurado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial que Ousmane Kote "se pinchó" con el cuchillo que blandía de izquierda a derecha para intentar defenderse al "abalanzarse" contra él con un palo en la mano y aseguró que "temió" tanto por su vida como por la de los cuatro menores que le acompañaban porque "había más de 200 morenos que nos seguían y nos tenían acorralados".

Juan José O.N. relató a preguntas del fiscal que la víctima se le "vino encima" y se "lo hincó en el hombro", en referencia al cuchillo de 18 centímetros de hoja, y negó que intentase matarle ya que, de haber querido hacerlo —ha ahondado— "lo hubiera pinchado en el corazón".