La primera de ellas tuvo lugar en Molins de Rei, el pasado 7 de enero, cuando dos jóvenes de un casal okupado situado frente a la iglesia de Molins de Rei fueron agredidos, presuntamente, por una decena de jóvenes que también provocaron destrozos en el local. Esa misma noche se produjeron agresiones similares en Sant Feliu y Esplugues, según un comunicado del Casal El Racó.

Cabezas rapadas

Una semana después, la madrugada del 13 de enero, un hombre de 30 años de nacionalidad marroquí, residente en Cornellà de Llobregat, fue agredido sin mediar palabra por dos personas de una treintena de años, al parecer cabezas rapadas, según ha denunciado la Associació Cornellà Sense Fronteres. Según este colectivo, la agresión tuvo lugar en el barrio de la Gavarra de esta ciudad. Los dos individuos que actuaron con la cara descubierta estaban escondidos entre los coches. Cuando el inmigrante llegó a su altura le golpearon en la nuca con un bate de béisbol. El herido fue atendido primero por la Policía Local y, posteriormente, por el Servicio de Urgencias Médicas.

Protesta ciudadana

Cornellà Sense Fronteres ha denunciado que en los últimos meses otros jóvenes de la ciudad han sido agredidos. Por este motivo, para esta tarde se ha convocado una reunión donde se podría decidir la convocatoria de una manifestación de protesta.

El teniente de alcalde de Educació y Cultura del Ajuntament de Cornellà, Vicenç Badenes, ha negado los hechos, ya que, según su versión, el inmigrante «dijo a la Policía que le habían intentado robar el reloj» y niega que en su ciudad se hayan producido agresiones, «porque estamos muy encima y muy pendientes de esto».

Manifestación en Calafell

La Asamblea de Jóvenes de Calafell-Cunit se manifestará este sábado en Calafell para denunciar la agresión que sufrieron el pasado 14 de enero tres jóvenes a manos de un grupo de unos 15 jóvenes de estética skin, que supuestamente son vecinos de El Vendrell. La agresión se produjo en el Ateneu de Joves de Calafell y, según han declarado, «mientras unos agredían a tres jóvenes, otros destrozaban el local». La Asamblea denuncia que en la comarca del Penedès y en el denominado Camp de Tarragona «está aumentando gravemente la cantidad de conflictos con la extrema derecha».