Los familiares del Yak concluyen que el avión nunca debió despegar

Visto para sentencia el juicio, en el que ayer un perito experto aseguró que el vuelo era casi suicida y completamente irregular.
Lo mismo que el perito investigador de 350 accidentes aéreos, Orlando Jiménez, los familiares de las víctimas del Yak-42 concluyeron que el irregular vuelo que costó la vida a 62 militares españoles nunca debió fletarse, tras los dos días de juicio civil en la Feria de Muestras de Zaragoza, que ayer quedó visto para sentencia.

Los abogados de los familiares volvieron a reclamar 60 millones de euros de indemnizaciones a las compañías responsables del vuelo, porque en la vista quedó acreditada su responsabilidad en el accidente. Las defensas de éstas pidieron su exoneración.

El abogado de Um Air, una de las demandadas, dijo que las familias no tienen legitimidad, porque ya han recibido una compensación del Estado español.

Testimonio

El perito Orlando Jiménez fue tajante al asegurar ayer que el siniestro fue un cúmulo de errores de una tripulación fatigada y sin cualificar y de la compañía Um Air, que «en ningún caso» hubiera resistido una auditoría de seguridad aérea.

Los abogados de las familias insistieron en que el informe de la comisión de investigación internacional coincide con el perito.

El caso «empieza de nuevo»

Los familiares de las 62 víctimas del accidente del Yak-42 aseguraron tras el juicio celebrado en Zaragoza, que el caso «empieza de nuevo» y que la investigación iniciada estos días en la vista oral debe continuar en la Audiencia Nacional (donde está paralizado en su vertiente penal), porque ha quedado «más que probado» que el avión «nunca debió despegar». El portavoz de los familiares añadió que, además, todavía queda por resolver quién pidió para los militares ese avión.

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