El Ayuntamiento de Ferrol atribuye a un error humano el reventón de una tubería de agua que causó seis heridos

Dos de los lesiones permanecen ingresados por quemaduras e impactos oculares, pero su estado no es grave

El gobierno local de Ferrol ha explicado que el reventón que sufrió una tubería de agua en las obras de saneamiento y reurbanización que se desarrollan en la carretera de Castilla, y que provocó seis heridos, pudo haberse debido a un error humano, en la apertura del agua.

Según ha indicado el alcalde de Ferrol, Vicente Irisarri, y el concejal de Urbanismo, Ángel Mato, en rueda de prensa, la explosión se produjo cuando se realizaban pruebas de presión hidráulica en las obras de la carretera de Castilla. El incidente tuvo lugar sobre las 11.00 horas en las proximidades del cruce con la calle Nueva de Caranza y llegó a provocar la rotura de cristales de un edificio cercano y seis personas heridas.

Los heridos fueron dos viandantes, un hombre y una mujer, y cuatro trabajadores, según los datos facilitados por los servicios sanitarios.

Los dos transeúntes sufrieron una crisis de ansiedad y fueron atendidos en el Hospital Arquitecto Marcide, pero ya recibieron el alta, al igual que dos de los operarios.

Según han indicado fuentes sanitarias, los otros dos trabajadores heridos sufren quemaduras e impactos oculares. Quedarán ingresados en observación de Urgencias para comprobar su evolución, y su estado es "menos grave".

Aunque inicialmente se sospechó que el accidente podía haberse debido a una fuga de gas, posteriormente se confirmó que el siniestro se produjo durante los trabajos preparatorios para las pruebas de presión hidráulica en una tubería de 600 metros de longitud y 600 milímetros de diámetro.

Enorme presión

Ángel Mato ha indicado se produjo el desplazamiento del disco ciego que cierra la tubería en su extremo, debido a la entrada de agua en el tubo, y se produjo una enorme presión en el interior.

Como consecuencia, se desplazó violentamente la tapa y provocó la proyección de los materiales de relleno que se encontraban en la zanja en la que se trabajaba, ha matizado el edil. En ese momento, los cuatro operarios recibieron el fuerte impacto de estos materiales.

El desplazamiento de materiales provocó también daños de escasa consideración en algunas viviendas próximas, en especial, en un edificio en el que reventaron los cristales. La empresa encargada de las obras ya comenzó los trabajos para solucionar los desperfectos, al tiempo que los trabajadores de la limpieza procedieron a preparar la zona para abrirla al paso de peatones. La Administración local confía en reiniciar las obras durante el día de hoy.

El gobierno local ha convocado una reunión entre los coordinadores de seguridad de la obra y los técnicos municipales para reforzar la seguridad y evitar que se repita un suceso de este tipo, que se cree que fue provocado por "un error humano" en la apertura del agua en la zona de la Avenida de Viveiro, lo que provocó el desplazamiento del tapón ubicado en el extremo contrario de la tubería.

El responsable de la cafetería Monterrey, Antonio Piñeiro, local que se sitúa en la esquina de la carretera de Castilla con la calle Nueva de Caranza en la que se produjo la explosión, aseguró que fue como "si explotase una bomba".

Piñeiro relató, asimismo, que hacia los cristales de su local salieron despedidos trozos de piedra y de madera. En el interior de la cafetería se encontraba una mujer que tuvo que ser atendida por una crisis nerviosa.

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