Gil Olcina dice que es "urgentísima" la reducción de gases de efecto invernadero y "no hacerlo es una irresponsabilidad"

El director del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, ha defendido en las Corts Valencianes la "necesidad" de reducir la emisión de gases de efecto invernadero como "urgentísima" e "inaplazable" y ha señalado que no hacerlo es una "irresponsabilidad".

El director del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, ha defendido en las Corts Valencianes la "necesidad" de reducir la emisión de gases de efecto invernadero como "urgentísima" e "inaplazable" y ha señalado que no hacerlo es una "irresponsabilidad".

Gil Olcina, que recibió el pasado 9 d'Octubre la Alta Distinción de la Generalitat, se ha pronunciado de esta manera durante su comparecencia en la Comisión Especial para el Estudio del Cambio Climático en la Comunitat Valenciana de las Corts.

El catedrático ha manifestado que sobre el cambio climático hay "enigmas" e "incógnitas" pero si algo tiene "perfectamente claro" es que no reducir la emisión de gases de efecto invernadero es una "irresponsabilidad" y una "insensatez".

El también ex rector de la Universidad de Alicante ha indicado que el efecto invernadero "no es intrínsecamente malo" porque si no existiera "lo pasaríamos muy mal", ya que en lugar de contar con una temperatura de la superficie del planeta de 15 grados centígrados ésta sería de menos 18 grados.

Gil Olcina ha defendido que lo que es "malo es que se produzca una exageración del efecto invernadero que determine un calentamiento global", que, a su vez, origine un cambio climático que produzca un "cambio general". Ha apuntado que el problema de la emisión de gases de efecto invernadero "es que detrás tiene una inserción de intereses económicos" muy importante.

También ha reclamado que en los procesos urbanizadores, al igual que hay "normas sismorresistentes" que deben cumplir los nuevos edificios, "se exija que no haya problemas de inundaciones". Ha remarcado que la transformación de suelo rústico a urbano "no es solo una decisión administrativa" y, al respecto, ha defendido que se debe "tener claro desde el punto de vista de la inundabilidad qué suelo rústico se transforma en urbano".

A continuación, se deberá "resolver el problema de arenamiento", ya que, lo contrario sería una "irresponsabilidad temeraria", ha apostillado.

Por su parte, el diputado del PSPV Adolf Sanmartín ha inquirido a Gil Olcina sobre los efectos del modelo urbanístico "depredador" sobre el territorio, en tanto que la diputada de Compromís Mireia Mollà le ha instado a concretar las medidas que debería tomar la Comunitat Valenciana en el terreno social y económico para luchar contra el cambio climático. La parlamentaria del PP Verónica Marcos ha incidido sobre el "problema de la sequía", que es "especialmente grave" en la Comunitat.

Gil Olcina ha precisado que el concepto de cambio climático "se considera una cuestión de escala", ya que debe alcanzar a un hemisferio o como mínimo a un continente, por lo que ha indicado que la adopción de políticas para hacer frente a este fenómeno se resuelven en los acuerdos internacionales como el convenio de Kioto o las cumbres del clima.

En este sentido, ha señalado que el papel de las comunidades autónomas es aplicar las medidas aprobadas y "ayudar" buscando la eficiencia energética, el uso de energías limpias y el ahorro energético.

Modelo benidorm

Ha manifestado que la construcción "tiene incidencia en muchas cosas" pero en las precipitaciones "ninguna" y, al respecto, ha puesto como ejemplo el caso de Benidorm (Alicante), donde lo que condiciona sus precipitaciones "no son las construcciones sino la inmediatez del Mediterráneo". También ha apuntado que en cuestión de consumo de agua "no tenemos modelo más eficaz en la Comunitat" que esa ciudad.

Asimismo, ha indicado que no ha verificado que en la actualidad se haya producido una disminución sustancial en la cuantía de las precipitaciones pero sí ha podido constatar una reducción de las nevadas, que está teniendo consecuencias en el régimen pluvial de los ríos.

Al respecto, se ha referido a las cabeceras del Júcar y el Segura, que son de interior, donde "sí que nieva y nevaba más hace 30 años", y ha precisado que el río Ebro "es el menos expuesto a la sequía porque su alimentación procede fundamentalmente de su margen izquierda, que es una alimentación pirenaica".

Ha apuntado que, en la actualidad, lo que preocupa es el aumento de la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera, ya que a finales del siglo XIX era de entre 280 y 290 partes por millón y en la actualidad es de más de 380, así como "la posibilidad de que se puedan hacer más frecuentes las sequías".

Gil Olcina también se ha remontado a los orígenes del concepto de cambio climático, que se utilizó por primera vez en España hace unos 150 años en relación a las precipitaciones y a la intensidad de las sequías y no a las temperaturas, ha apuntado.

Ha indicado que las "alarmas" sobre el comportamiento del clima saltaron "cuando se produjo un desajuste en los modelos que alcanzó a las últimas tres décadas del siglo XX", y ha precisado que las condiciones climáticas actuales "tienen aproximadamente 3.000 años de antigüedad".

Olcina, nacido en Lorca (Murcia), es catedrático de Geografía en las universidades de La Laguna, Valencia y Alicante, rector honorífico de la Universidad de Alicante y Medalla de Oro de esta entidad académica.

También es presidente del Consejo Científico del Instituto Euromediterráneo de Hidrotecnia y Doctor Honoris Causa por la Universitat Jaume I de Castellón. Ha realizado diversos trabajos de investigación y publicaciones sobre geografía histórica, regadíos tradicionales y obras hidráulicas de los siglos XVIII y XIX. En la actualidad prepara dos monografías sobre el régimen fluvial del Júcar y el Segura, según ha avanzado en la Comisión.

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