La Junta de Portavoces del Senado ha acordado que la renovación del Tribunal Constitucional se produzca en el pleno del 17 de noviembre, para dar tiempo a la entrada en vigor de la reforma de la ley orgánica que regula el Alto Tribunal que acorta la duración de su mandato a seis años.

La Mesa de la Cámara Alta ha decidido este martes introducir la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional -que acorta del mandato de los magistrados el tiempo empleado en su renovación- como último punto del orden del día del pleno de esta semana, por lo que será votada mañana miércoles.

La reforma se ha introducido en una enmienda a la modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que regulará las características de la nueva papeleta de voto al Senado.

La Junta de Portavoces, a propuesta del PSOE, ha decidido elevar al pleno del 17 la votación de los magistrados para que no haya "sorpresas" en la entrada en vigor de la reforma, puesto que el Gobierno dispone de quince días desde su aprobación definitiva en las Cortes para publicarla en el Boletín Oficial del Estado.

La portavoz del PSOE en el Senado, Carmela Silva, ha explicado que el objetivo de esta reforma es cumplir el mandato constitucional de que los doce magistrados del Tribunal Constitucional se renueven por tercios. El artículo 159.2 de la Constitución establece que los miembros del TC serán designados por un periodo de nueve años y se renovarán por terceras partes cada tres años: cuatro por el Congreso, otros cuatro por el Senado, dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.

Una renovación bloqueada durante 3 años

Los cuatro magistrados que nombrará el Senado serán el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial Francisco José Hernando, y los catedráticos Adela Asúa, Luis Ortega y Francisco Pérez de los Cobos.

Carmela Silva ha explicado que los ponentes de la Constitución redactaron ese artículo pensando que "nunca" se iba a romper el consenso político para la renovación de los magistrados del TC y no pensaron en una situación como la que se ha producido, después de que la renovación haya permanecido bloqueada casi tres años en el Senado.

"Había que dar una respuesta", ha señalado Silva quien ha recordado que el poder legislativo tiene capacidad para ello y ha destacado la "unanimidad" de todos los grupos para esta reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que ha sido fruto de un "acuerdo total y absoluto". Sobre la reticencia mostrada ante esta reforma por algunos juristas, que consideran que la Constitución no permite acortar el mandato de los magistrados, Silva ha hecho hincapié en la unanimidad de los grupos en este asunto.