La psicóloga y escritora María Jesús Álava, experta en racionalización de horarios, ha advertido a aquellos que piden trabajar más horas por menos salario —en referencia al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán— de que "no tienen ni idea de lo que están diciendo".

Así de tajante se ha pronunciado María Jesús Álava durante su intervención en la conferencia inaugural del V Congreso Nacional para la Racionalización de Horarios Españoles, que se celebra hoy y mañana en Valladolid, un foro en el que ha recordado que la conciliación laboral no consiste en trabajar más sino mejor, "que es muy diferente".

Tras reconocer que España tiene los horarios laborales "más irracionales" del mundo occidental, además de ser el país donde se trabajan más horas por menor salario y con una menor productividad, la psicóloga ha abogado por optimizar los equipos humanos y las tareas de cada empresa desde el convencimiento de que el cambio es "increíble" si se elige a la persona idónea para cada puesto.

María Jesús Álava, autora de diversas publicaciones como 'La inutilidad del sufrimiento' o 'Trabajar sin sufrir', ha asegurado que su experiencia laboral ha demostrado que cuando se consiguen racionalizar los procesos productivos se puede reducir el tiempo presencial en un 20 por ciento "al menos en los proyectos menos agresivos".

Según ha aseverado, cuando las personas se sienten bien y tienen condiciones laborales racionales trabajan mejor y son más productivas.

Entre los 'debes' de las rutinas laborales Álava ha destacado la indefinición de funciones o la descompensación en las cargas de trabajo, con personas que dedican el 120 por ciento de sus esfuerzos mientras que hay compañeros que sólo tienen una carga de trabajo del 20 por ciento. Otros de los problemas que llevan a la improductividad señalados por la psicóloga son la inadecuación de las personas a sus puestos, la infrautilización de los sistemas o las reuniones poco operativas, además de algunos climas laborales viciados o la resistencia de algunos trabajadores al cambio.

Optimizar tareas

A su juicio, optimizar las tareas laborales favorecen la aplicación de políticas de conciliación, mejoran la gestión de la empresa, ayudan a fidelizar las plantillas y mejoran el clima laboral. La psicóloga ha hecho especial hincapié en la necesidad de comenzar esos cambios por los equipos directivos desde el convencimiento de que es muy difícil ser jefe porque "nadie nace enseñado". Su consejo para ellos es la de lograr un equilibrio entre la generosidad de un líder y la imparcialidad de un juez.

Álava ha explicado también que las condiciones laborales influyen a las personas más de lo que piensan, una afirmación que ha sustentado en un estudio según el cual casi el 60 por ciento de los problemas de desorientación vital se deben a dificultades en el puesto de trabajo.

Ese informe concluye también que un 45 por ciento de los casos de ansiedad de los hombres y un 32 por ciento de las mujeres tienen su origen fundamental en el trabajo, con porcentajes similares en el caso de las depresiones.

Álava ha informado también de que uno de cada cuatro casos de problemas en la pareja analizados están originados por dificultades relacionadas con el trabajo, como la relación con los jefes, los compañeros o los clientes, y ha advertido de que el 94 por ciento de los casos de niños y adolescentes con problemas de conducta se deben al poco tiempo que les dedican sus padres, con menos de dos horas diarias de media. "Ese poco tiempo influye en los hijos y en cómo se van a sentir en el futuro", ha puntualizado.

"El trabajo nos influye y nos condiciona más de lo que pensamos", ha aseverado la psicóloga, quien ha reconocido, no obstante, que muchas de las personas con problemas de ansiedad, depresión o desorden vital no los relacionan directamente con el trabajo porque piensan que no hay nada que hacer.

Ser felices en el trabajo

María Jesús Álava ha insistido en la necesidad de tratar de ser felices en el trabajo ya que, según ha precisado, dos terceras partes de las horas de vigilia se dedican al desempeño de la actividad profesional o a los desplazamientos relacionados con la misma.

"La conciliación no es un lujo, es una necesidad", ha defendido la psicóloga, que ha advertido en cualquier caso de que no se venda gato por liebre ya ha en ocasiones hay empresas que ofrecen un caramelo "y al final nos quedan sin nada".